IU de Oviedo, un pacto para los desfavorecidos
El Pleno del Ayuntamiento de Oviedo aprobó el pasado 13 de febrero el Presupuesto de 2015 con y por la abstención de los tres concejales de IU. Abstención para la cual este grupo puso como condición "el rescate" de un total de 12.259.000 euros (2.047 millones de pesetas), desglosados en 35 partidas. Ejemplos: cuatro de ellas, con un monto de 5.700.000 euros, para ayudas a la pobreza energética (recibos de luz y gas a quienes ya no pueden pagarlos), becas de comedor escolar (para niños de Infantil y Primaria) y plan para los desempleados; otras once, con un total de 980.000 euros, para actuaciones en zonas rurales (Naranco Oeste, Villamiana, Tudela-Veguín, Olloniego, Trubia, etcétera); otras diez (por un total de 1.750.000 euros) para saneamientos rurales (algunos pendientes ya de cuando Gabino); diez más, que suman 1.185.000 euros, para instalaciones deportivas en los barrios (Polideportivo de Trubia, pista de ciclismo en Santa Marina de Piedramuelle, rutas cicloturistas y sendas peatonales); otra de 300.000 euros, para mejoras del transporte público rural… etcétera.
Resulta obvio que si IU no hubiera suscrito este acuerdo, todo este dinero hubiera ido a "otros gastos" de destino para mí desconocido. Y es evidente también que en política todos los pactos no son iguales, porque un pacto que consigue cosas para los vecinos más desfavorecidos, periféricos y marginales es un pacto de dignidad política, mientras que un pacto en el que sólo hay intercambio de sillones es un pacto vergonzante. Y en éste, los tres concejales de IU no han obtenido beneficio personal, político, ni administrativo alguno.
La historia del grupo de IU de Oviedo fue larga y denodada. Es cierto. Participé en ella el tiempo que me tocó y guardo buen recuerdo tanto de Rivi como de Mari Asun. No voy, pues, a entrar en cuestiones personales. Yo jamás me sentí decepcionado por ninguno de los dos.
Mi único propósito con el presente escrito es justificar por qué voté afirmativamente al pacto el pasado 24 de enero, justificación explicada arriba y compartida por la inmensa mayoría de militantes y simpatizantes de IU de Oviedo, pues votó a su favor en un 72 por ciento. Una consulta, ésta, que fue pionera en las cincuenta capitales de provincia españolas. Así pues, desde este momento el pacto ya no es de Rivi, ni siquiera del grupo municipal. Ahora es ya el pacto de toda IU de Oviedo. Y así se presentará a la ciudadanía del municipio y a cara descubierta en las elecciones locales del próximo 25 de mayo.
La política que asoma por el horizonte podrá ser de esperanza, podrá suponer "un cambio de régimen" o podrá traer otras muchas cosas. Pero hay dos de las que no tengo la mínima duda: una) que tanto en Oviedo como en Asturias y en España, la fragmentación de las fuerzas políticas representadas será un hecho. Y dos) que desde esa fragmentación habrá que administrar municipios, autonomías y todo un país anegado por necesidades básicas para millones de ciudadanos. Ante ese panorama se impondrá una evidencia: serán necesarios muchos pactos. Los que se hagan dejando de lado a la gente de abajo serán contrarios a nuestros principios. Pero los que se hagan para esa gente sí contarán con nosotros. Y será así por una sencilla razón: partirán de una premisa tan básica para la izquierda como es la defensa de los desfavorecidos.
Ramón Palicio,
vecino de Tudela-Veguín y exconcejal de IU Oviedo
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