Más difícil todavía
Compro en una librería el ejemplar que había encargado: uno de los volúmenes de una interesante historia del pensamiento publicada por una conocida editorial. Salgo de la librería con la ilusionada certeza de que me esperan varios días de placentera lectura. Me siento en un banco de la calle, abro el libro para hojearlo y leer las primeras líneas, y... ¡mi gozo en un pozo!
Hasta hace unos años, las editoriales publicaban los libros negro sobre blanco, es decir, con un trazo y un entintado que permitían a los lectores leerlos sin dificultad. De un tiempo a esta parte, se extiende la práctica de publicar gris clarito sobre blanco y con un trazo delgado. A veces tampoco el tamaño de la letra es el adecuado. Imagino que es el cálculo de lo que se ahorran en papel y en tinta lo que, en las editoriales de hogaño, pasa por delante del respeto al lector, y de la deferencia hacia aquellos lectores –la mayoría, a partir de cierta edad– que puedan tener algún problema de visión. Se cobra por el libro lo mismo o más que antes, pero ahora por un producto defectuoso. Y como la mayoría de la gente no protesta –a menudo, ni siquiera será consciente de estar forzando la vista, de que el cansancio o malestar que se siente al poco rato de leer tiene una causa fisiológica–, sigue la práctica ligeramente fraudulenta. Y seguirá o irá a más... a menos que los lectores protestemos y defendamos nuestro derecho a leer negro sobre blanco.
Los que tenemos como afición el estudio y la lectura lo tenemos difícil. Además de vivir en una sociedad muy ruidosa, rodeados de pantallas y de continuos estímulos visuales y auditivos que no favorecen el recogimiento y la concentración necesarios para la práctica de nuestra afición, ahora –¡más difícil todavía!– nos quitan el placer de leer a gusto, y a medio plazo o a largo plazo, nos estropean la vista. Si compramos menos libros por esta razón, los editores querrán ahorrar todavía más, y harán la letra aún más ilegible. ¿Cómo hacerles llegar nuestra queja y nuestras razones?
Gema Vives,
Oviedo
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