Dennos las gracias por ayudarles a morir
Así debiera rezar en la puerta de cualquier hospital. No les llama la atención, que todas las referencias al buen hacer de nuestra Sanidad, sea para dar las gracias a doctores y enfermeras por la buena atención prestada a un familiar fallecido; y que sean muy pocas las referentes a felicitarse todos por el resultado profesional.
Sé que existen profesionales como la copa de un pino, pero de que sirven si cuando llegas a ellos, es demasiado tarde. El sistema se tambalea de una forma que ya incluso el recurso que antes tenían muchos pacientes para atajar en esa lacra de listas de espera, que era acudir al médico de turno a su consulta privada, y él, desde allí le facilitaba pruebas, ingresos y hospitalizaciones, dejó de ser efectivo, porque lo que escondía esa amabilidad ficticia, era solo el olor a dinerito en mano, y sobre todo si es sin factura (algo que debe empezar la hacienda a investigar a fondo) No se puede jugar y hacer dinero a base del dolor de los pacientes, ya que eso debiera hacernos pensar en manos de quien nos ponemos, alguien que solo sana a quien tiene dinero para pagarle. Nada tengo contra la Sanidad Privada, solo cuando interfiere en la buena marcha de la Pública, o cuando se juega con dolor de los enfermos engañándoles con facilidades y amabilidades fingidas, o como hace el PP, querer destruirla para ponerla en manos de sus amiguetes, esos que solo trabajan por dinero.
Hay que dejarse de felicitar a profesionales por hacer bien su cometido, ya que los acostumbramos mal, que decir de esa recata fila de gracias cuando nuestro familiar falleció en unas instancias donde acudía a curarse, lo que faltaba es que además de morírsenos el ser querido, nos trataran mal. Seguramente estén fuera de responsabilidad alguna, porque solo cumplen un protocolo siniestro, que solo se saltan si el enfermo es cercano a ellos ¿pero hicieron todo por salvarle la vida? cuando esas felicitaciones vienen de cuidados paliativos, solo decirles que están solo para eso, ayudarles a morir sin dolor, lo cual entra de lleno en contraposición con su código deontológico, donde hasta el último instante debieran pelear denodadamente por tratar de sanarle, no es pedirles mucho, lo que harían ellos, si fuera un hijo suyo en vez de un número más. Por el contrario, debemos afear o denunciar cuando salimos perjudicados por dejadez, desidia o simplemente desatención adecuada, por unos profesionales que cada día lo son menos, ya que el daño que ocasionan en muchos pacientes por ese tiempo perdido, debiera ser considerado delito profesional.
Si antes esperabas unos meses para pruebas u operaciones, ahora se extiende a las citaciones ¿Cómo es posible que el especialista te mande hacer una prueba urgente o preferente, y pasen meses sin tener ni siquiera la fecha que tengas que acudir a hacerla? Así tenemos esperas en operaciones y atenciones que dejan en mal lugar no solo a este consejero y gerencia hospitalaria, donde son incapaces de implantar un organigrama funcional correcto y directo a dar solución a estas listas inasumibles por todos. También los profesionales que no exigen y aportan soluciones al área de cada cual. Y a todos nosotros por la apatía y complacencia que mostramos ante esta desgana que se observa en todo lo relacionado con nuestra Sanidad Publica.
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