Podemos

Dedicado a mis amigos de Pravia.

El nuevo partido político que nació hace un año y que según la encuesta del CIS ocupa ya el primer lugar en la intención de voto, desbancando al PP y al PSOE, ha sido una sorpresa para mí, y creo que para la mayoría de personas que peinan canas o pasan de los 80 años. Reconozco también que al principio no lo valoré, pero antes de emitir un juicio vi algún debate ofrecido por you-tube y ahí comenzó mi agradable sorpresa: Pablo Iglesias es un hombre joven, muy bien preparado y lejos de contestar con insultos, salvo lo de “casta”, que fue interpretada peyorativamente e hizo fortuna al ser rechazada por los “budas” políticos y sus corifeos, responde siempre con educación y con razonamientos. Pero el acoso a este partido se hizo real a partir de su éxito en las elecciones para el Parlamento Europeo. Pienso hoy que fue este acoso el que ayudó a aumentar tanto su popularidad.

Dice Emmanuel Mounier que “el acontecimiento será nuestro maestro interior”, y no me cabe duda de que en el mundo político “Podemos” es todo un acontecimiento. Así que trato de acercarme a él para comprenderlo. Todo en la vida es un acontecer, y cuando una persona vive una preocupación todo lo que se encuentra, de algún modo, establece conexiones con lo preocupante, y que de otra manera pasarían desapercibidos. Un ejemplo: una amiga que vive en Estados Unidos me regaló el pasado verano una novela en inglés que comienza con dos escritos, uno de Benito Mussolini: “La conclusión llegó como ha sido siempre y siempre será la misma hasta que yo cese de existir; en el baremo de integridad no hay nada con lo que puedan atacarme. Mi trabajo político puede valorarse más o menos, de esta manera o la otra, y la gente podrá gritarme y arrastrarme por el suelo, pero no en el campo de la moral”. (En “Auge y caída”).

El otro escrito dice: “¡Italianos! Aquí está el programa nacional de un movimiento italiano. Revolucionario, porque se opone al dogma y a la demagogia; fortalece la innovación porque rechaza las opiniones preconcebidas. Nosotros valoramos sobre todas las cosas y personas la experiencia de una guerra revolucionaria”.

Otros problemas –burocráticos, administrativos, legales, educativos, coloniales, etcétera– serán atendidos cuando hallamos establecido una clase dirigente”. (Del programa del movimiento fascista, 6 de junio de 1919).

Así, al oír el adjetivo fascista aplicado a “Podemos”, o al revés, al leer las frases copiadas más arriba, me acordé de “Podemos”. En cualquier caso es un despropósito tan grande como comparar la marcha sobe Roma de Mussolini con la manifestación en Madrid del día 31. Estos despropósitos empujan a darles el voto que anteriormente iría al PP, PSOE e lU.

Salvo en las elecciones constituyentes del 15 de junio de 1977 las restantes, fuesen municipales, autonómicas, generales, y europeas, siempre voté al PSOE, convencido entonces, como ahora, que la social democracia, con su extraordinario historial era lo mejor para España, en 1975 tuve el honor de estrechar la mano del dirigente alemán Willy Brandt, primer canciller alemán que de rodillas en Austwitz pidió perdón al pueblo judío, pero no trato ahora de ‘convencerme’ ni de recordar los muchos aciertos que tuvo la social democracia como sistema político en Alemania y en España (Seguridad Social, Enseñanza, Pensiones, autopistas...) ni si continuaré votando a sus representantes tras los pactos nacionales con el PP, pienso lo que votaré este año 2015 tras analizar lo que me parece es y puede llegar a ser “Podemos”, clara alternativa a gobernarnos.

Comenta Slavoj Zizek que’ la prensa liberal nos bombardea a diario con la idea de que el mayor peligro de nuestra época es el (fundamentalismo intolerante étnico, religioso, sexista... ) y que el único modo de resistir y poder derrotarlo consistiría en asumir una posición multicultural, pero a la vez se pregunta: “¿Y si la forma habitual en que se manifiesta la tolerancia multicultural no fuese, en última instancia tan inocente como se nos quiere hacer creer, por cuánto, tácitamente, acepta la despolitización de la economía?”.

Creo que aquí está el nudo gordiano de toda la política. Desde hace 70 años, cuando ingresé en la JOC hasta hoy, vengo escuchando, leyendo, rebelándome, contra el capitalismo, la Hidra de Lema, que según la mitología griega se trataba de un despiadado monstruo acuático de forma de serpiente, de nueve cabezas y aliento venenoso que poseía la virtud de regenerar dos cabezas si perdía una o se le amputaba, eso nos explicaban Alberdi, secundado por Iturrioz en los cursillos de Economía Política que nos impartían en El Bibio. Algo más aprendí entonces: a respetar a Tomás de Aquino y su famosa Suma, un debate resumido donde las ‘objeciones’ de la otra parte han de ser tomadas en consideración, pues siempre se encuentra alguna verdad importante oculta en cada objeción. Pues bien, no creo que “Podemos” sean como Heracles y su sobrino Volao que mataron a la Hidra de las nueve cabezas, los que hieran de muerte al capitalismo, desde su nacimiento cada vez que se le corta una cabeza han surgido dos. Pero si creo en las verdades que se ocultan tras sus críticas, han puesto de moda la palabra “honestidad” y su antítesis “corrupción”, hoy la crisis que vivimos la entendemos mejor gracias a estas palabras, aunque la derecha entienda la honestidad de forma distinta a la izquierda. Para la derecha no hacen falta las ideologías, éstas quedan sustituidas por los llamados tecnócratas ilustrados: abogados, ingenieros, arquitectos, economistas... suele citarse como ejemplo a Tony Blair cuando define al Nuevo partido laborista como de “centro radical”, o a Felipe González al asumir las palabras de Deng Xiaoping: “No importa si el gato es blanco o negro, lo importante es que cace ratones”. Se arrumban las ideologías y son sustituidas por las ideas de “lo más eficaz”.

Es cierto que Podemos se ha adueñado de la palabra “honestidad”, y como dice el filósofo citado esta noción se sitúa en el centro de la ideología espontánea de esa “gente de a pie” que se siente arrollada por unos cambios económicos y sociales que con crudeza han traicionado sus esperanzas en una nueva plenitud social. “Podemos” ha venido jugando a la indefinición entre derecha e izquierda, desde luego no es el paladín que derrotará a la Hidra. Y esta es la razón por la que no cambiaré mi voto. Sigo soñando junto a Óscar Wilde, con un mundo como el que describe en su escrito titulado “El alma del hombre bajo el socialismo” donde dice hablando de los socialistas: Sin embargo, amará a quienes procuraron hacerla más intensa y hablará frecuentemente de ellos. E, indudablemente, Cristo fue el primero de ellos.