La estatura moral de Felipe VI
Actualmente nuestro país está viviendo inundado de numerosas noticias negativas que se extienden como plagas de langosta: violencia y corrupción. Sin embargo, esta vez cabe mencionar a España positivamente. Escribo lo que escribo aún dominado por emociones varias, me refiero a que no es fácil encontrar en la prensa algo saludable, noticias como la del Rey, que, investido de voluntad y conciencia moral para determinar el bien común, toma la decisión de bajarse su sueldo un 20 por ciento, y de este modo vuelve a demostrar su implicación y sensibilidad con los ciudadanos del país, que lo sucedido añade su prístina y admirable significación.
Un gran rey, al que quiero felicitar desde este espacio en LA NUEVA ESPAÑA por su comportamiento. El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen, y la de los monarcas, en este caso, don Felipe y doña Letizia, producen gran tranquilidad; ver que están al servicio de España y de los españoles por encima del dinero y de intereses partidistas, su sensata alocución lanzada el mundo, descree de todos los que apelan al pueblo para servirse de él una vez en el poder.
Don Felipe es el jefe de Estado que menos cobra de Europa, su decisión de bajarse los sueldos deja claro que la monarquía trabaja por España, lo que produce gran tranquilidad al país (saber que una institución como la corona es la flecha que indica el camino y el sendero que conduce a la cumbre), y lo hace predicando con el ejemplo, para los de derechas y los de izquierdas, para los de arriba y los de abajo, por un acendrado amor a España.
En esta época en que las elecciones en España se acercan, es el momento de buscar remedio a esta situación que atravesamos, que no ha sucedido por casualidad, sino a consecuencia de estar muy cargados de políticos tunos y bribones. Salir de esta situación, sí se que puede, como también podemos hundirnos un poco más, si apostamos por esos que llegan al espectáculo de la política ya cuestionados, con esos claroscuros más oscuros que claros –que se presentan tan castos y puritanos y son tunos y pícaros como los que nos llevaron a esta situación, pues saben también enriquecerse y no rendir cuentas ante la Agencia Tributaria.
Benigno Martínez-Fuego, Marcenado, Siero
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