Hasta siempre, patrón
(Desde Luanco, para Cima)
“Patrón” era la palabra que habíamos copiado de Chucho y que siempre nos decíamos cuando nos encontrábamos. Una palabra bella que seguiremos pronunciando tus amigos de Luanco ahora que nos dejaste, y que servirá para recordarte cada vez que la escuchemos.
Hay que ser buen amigo de sus amigos para pasar un fin de semana al año, durante más de cuarenta años –y sin faltar uno solo–, con tus compañeros de estudios de Económicas de Santiago de Compostela, llevando contigo amigos de Asturias para compartir con vosotros, como uno más, vuestras vivencias. Yo fui uno de ellos y te aseguro que no se me olvidará nunca.
Hay que ser buen amigo de sus amigos para juntar diferentes grupos de personas, cada uno con estatus social diferente, e integrarlos a todos en una especie de ósmosis de la amistad girando en torno a ti, que ejercías de patriarca, como te decíamos cariñosamente.
Hay que ser buen amigo de sus amigos para ayudar en el momento preciso a quien lo necesita sin proclamarlo y sin esperar nada a cambio. Fui testigo de ello.
Me dice tu familia (Elena, Víctor y Quique), a la que mando un gran abrazo, que tu afición favorita era estar pescando en el cabo Peñas con tu querida lancha “Eureka”, que hoy reposa triste amarrada en el puerto de Luanco. Creo que seguirás allí para siempre, y por eso te recordaré cuando vuelva a bajar por el Pedregal o por el Buracu a coger “aleznes”, porque sentiré que estás frente a mí protegiéndome para que no me caiga y me darás ánimos para pasar la tiritona de frío metido en el agua en pleno mes de diciembre.
En fin, sólo quisiera recuperar unos segundos mi perdida fe para pensar que volveremos a navegar juntos por el mar de la eternidad y seguirás echándome broncas con tu encantadora mala leche por ser un mal tripulante de Eureka, o simplemente pasearemos por las praderas de Manitú en un día de lluvia, con tu inseparable paraguas gallego que nunca conseguí robarte por más que lo intenté.
Porque, querido amigo Cima, como dijo el poeta: “Tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero”.
Hasta siempre, patrón.
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