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Más sobre los pacientes y los facultativos

12 de Marzo del 2015 - María Aurora Barros Viña (Avilés)

No quisiera que este intercambio de opinión o bien conversación entre usted y yo mediante este medio sirviera para discusiones sino, más bien para intercambio de opiniones y siempre respetando la suya con la que en gran parte estoy de acuerdo.

Estoy de acuerdo con usted. Los pacientes van, vamos a los hospitales cuando necesitamos nos curen de nuestros males. En un porcentaje muy elevado ocurre así, lo que no quiere decir que siempre ocurra. Hay enfermedades que dependiendo del estadío de la misma pueden tener cura, y otras que sin curarse del todo sí se puede mejorar y alargar la vida con una calidad tan buena como la de cualquier persona considerada sana. Y siempre se debe hacer lo imposible por conseguirlo. Eso sí es obligación del profesional, en este caso, del médico especializado y estoy convencida de que así es .

Siempre hay excepciones y siempre se puede cometer un error porque nadie es perfecto en esta vida y como usted muy bien dice, no todas las personas reaccionan de la misma forma ante una enfermedad. Tengo constancia de ello. Pero yo a lo que realmente me refiero es que hay muchos casos que no tienen solución y los mismos pacientes se sienten tan mal que solamente sufren y no ven salida alguna. Yo tengo grabadas en mi mente las veces que vi a mi padre mirarse al espejo, mirar su cara y observar cómo de un día para otro veía que no había más que un deterioro lento, pero hasta última hora tuvo tratamiento curativo aun a sabiendas de que no iba a servir para nada. Solamente ver la expresión de su cara al verse en el espejo, me hundía en la miseria el hecho de pensar lo que estaba sufriendo en su interior. A pesar de todo, al final si no se recurre al alivio del paciente (se llame de una otra forma), sería inhumano.

En el hospital que me corresponde, Área III, no existe una planta ni especialistas dedicados únicamente a esos menesteres.

En otros ya no puedo opinar, lo desconozco. Si es así, también estoy de acuerdo con usted.

También he de decir que he visto en más de una ocasión al cirujano salir del quirófano casi llorando por no haber podido conseguir el bien del paciente después de luchar en el quirófano durante horas. Por ello no me gusta nunca generalizar en casos tan delicados. Tratar a una persona no es lo mismo que arreglar una avería de un coche y los médicos, aunque desde fuera no se note, en su interior se les nota perfectamente lo mal que lo pasan en muchas ocasiones. Estoy segura de ello porque lo he vivido también. También he podido comprobar cómo se gastan el dinero de sus bolsillos para formarse en nuevas técnicas por el bien del paciente cuando debería el consejero de sanidad, responsable de toda la sanidad en Asturias, facilitar la formación de los facultativos por el bien de los ciudadanos.

Todos hemos pasado por estas situaciones, y, como es mi caso, cuando fui a darle las gracias al especialista que intervino a mi hermano, le tuvo que extraer un riñón por el método laparoscópico, método muy beneficiario para el paciente pero muy complicado y en el que se corren riesgos importantes por parte del facultativo, por ello se necesita mucha concentración y habilidad además de conocimientos, claro. Pues bien, al hablar con el cirujano después de ver a mi hermano llegar a la habitación con un aspecto tan saludable, me he quedado asombrada con la respuesta del cirujano. Los conocimientos los había adquirido porque era muy importante para él como cirujano y porque como ciudadano piensa que si le ocurriera a él le gustaría tener la oportunidad que tuvo mi hermano. Pero para adquirir esta formación ha tenido que pagárselo él. Lo que quiere decir que en esta autonomía, para formación, el consejero no suelta ni un duro.

Por ello creo que tenemos que pensar de dónde vienen los males. Yo diría del gobierno del Principado que no piensa más que en ahorrarse dinero de unas partidas para aplicarlo luego Ellos sabrán a qué. Pero para formación nada.

Bien pues después de contar alguna de mis experiencias en el hospital con familiares muy muy cercanos, tengo que reconocer que los facultativos no tienen por qué sentirse fracasados, sino más bien, el fracaso es de quien decide el funcionamiento de la Sanidad que es el Consejero de Sanidad y el gobierno del Principado.

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