Me cambio de autobús
Sábado 14 de marzo de 2015. Un día triste para quienes tenemos que decir adiós a un gran político: F. Álvarez-Cascos.
Una despedida que no va exenta, por justicia, de unas gracias merecidas. Mi compromiso (nuestro compromiso) se ha cumplido como caballeros. Tú has puesto tu nombre, tu prestigio y tu esfuerzo al servicio de Asturias. Yo he puesto el mío, para llevarte al lugar más alto que cualquier político asturiano puede aspirar: la presidencia y el gobierno de nuestra tierra.
Ambos hemos cumplido. Ambos logramos lo "acordado".
Por ello, ahora que desde Gijón, como desde Gijón fue la primera manifestación de apoyo para tu regreso a Asturias, dejas de "pilotar el autobús", para convertirte en un pasajero más, es cuando yo ya no me fío de quien le ha tocado ponerse al "volante", sin haberse examinado previamente. Y si se cambia de conductor, yo me cambio de autobús, ya que mi seguridad va unida a la de quien lo "maneja".
He oído, desde la distancia, tu último discurso, después de cuatro años. No he encontrado en él nada nuevo. Nada que me haga ilusionarme, con "el cambio que os propuse para este II Congreso" (son tus palabras).
Los pactos, amigo Cascos, se cumplen, pero se renuevan si ambas partes se ponen de acuerdo. Y yo, este que me propones, ya no lo renuevo. Quedamos por tanto ambos exentos de ningún cumplimiento.
Oigo que me adviertes de la necesidad de una "renovación generacional", pero yo no la veo. Lo propones, pero no existe, porque las renovaciones generacionales, al menos en Asturias, tardan más que en cualquier otra provincia (digo bien) de España. Aquí no la puede haber aún porque ni siquiera existe en la población. En Asturias hay lo que hay, y a ello hemos de atenernos.
Hago un alto, como dices, para recordar y me quedo con estos recuerdos: los de Gijón, los de Valencia de don Juan. Y la victoria electoral que hemos conseguido en Asturias con tu generosidad al aceptar volver a la vida pública. Recuerdo y siempre lo haré a un Foro ilusionante, con garra, rebelde, unido, desprendido, generoso, trabajador y sin miedo. ¡Eso era Foro Asturias Ciudadanos!
Pero la realidad supera a los recuerdos y nos coloca en el tiempo real. Y hoy Foro ya no es eso. Y tú lo sabes: hoy desilusiona, es apático, conformista, miedoso, separado, egoísta, desconfiado y vago. Ya no lo diriges tú, lo dirige "una familia" sin apenas hijos, y por tanto, sin descendencia, o una descendencia muy limitada, a muy corto plazo. Que intentarán salvar sus muebles y hasta sus inmuebles. Que intentarán que sus aspiraciones sean lo menos afectadas posibles, para después de mayo "situarse" conforme sean los resultados electorales. No regeneramos nada. Lo querrías, Francisco, pero por una vez te has equivocado, como lo demuestra tu falta de imparcialidad de padre, en Oviedo, al haber tomado partido, cuando debieras de haber sido imparcial. No pasa nada, ¡esto no empañará jamás tu dedicación a España, a Asturias y al bienestar de todos, pero podía haber sido el comienzo, no de una renovación generacional pero sí de una generación vuelta a ilusionar.
¡Gracias, presidente!
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