Del trabajo a la caja
Hace unas semanas se reunieron los representantes de las cajas de ahorros y nos dieron la primera noticia «agradable» del verano: los sesudos dirigentes de las cajas de ahorros, que forman una palabrota que suena fatal (Funcas), han aconsejado que la gente se jubile a los 70 años. Digo yo que si éste es el consejo de estos señoritos para la continuidad del sistema, el sistema no está bien montado y habrá que eliminar, por ejemplo, la mitad de los políticos, que no producen nada, y al resto bajarles el sueldo. No sé quién les ha dado facultad a estos padres y salvadores de la patria para aconsejar a nadie a qué edad se tiene que jubilar el pueblo llano. Normalmente los bancos están llevados por banqueros; bien porque vengan de familias de la banca y hayan mamado banco desde que nacieron o bien porque tengan una sólida formación económica –título universitario, másteres, gran experiencia bancaria– lo suficientemente fuerte como para poder dirigir un banco y, lógicamente, el consejo de administración lo elige como persona preparada. Pues bien, los consejos de administración de las cajas de ahorros –la mayoría– están formados por personas que están puestas por los partidos políticos. Ése es el único mérito que hay que tener para poder formar parte de la dirección de una caja de ahorros: pertenecer a un partido. Resulta que estos grandes cerebros se han reunido y han decidido, después de 34 años de simulacro de democracia que tenemos, aconsejar que los españolitos, cuando nos jubilemos seamos septuagenarios, éste es uno de los logros de este período de democracia, según estos dirigentes. A esto se le llama bienestar social, sí señor. Naturalmente, no creo que nadie les haga caso, pues si de banca andan cortitos, de progresos sociales sólo entienden los suyos propios y los de sus familias; no hay más que ver cómo están las cajas; con los tiras y aflojas políticos que más bien van buscando intereses partidistas antes que el beneficio de los pobres trabajadores que siempre han cobrado a través de estas entidades. De todas formas, yo les aconsejaría que salgan de la sala de reuniones, por supuesto con aire acondicionado, se quiten el traje y la corbata, que a algunos les vienen grandes, se pongan un mono de trabajo y se vayan al campo a recoger algodón durante ocho horas en esta tierra nuestra y con este calorcito que hace; a ver si siguen opinando igual. Estoy seguro de que cuando llevaran sólo una hora y se enteraran de lo que es trabajar de verdad, no seguían pensando lo mismo. Creo que no entienden bien el significado de la palabra «trabajo», pues algunos no la han aplicado todavía en sus vidas, y aunque dentro de los partidos hay gente muy válida, también hay mucha morralla que se refugia en ellos para no dar ni golpe. En España sobran políticos y hace falta gente que trabaje de verdad. Y, desde luego, no hasta los 70 años, «señores dirigentes». Personalmente, creo que no saben bien hacia dónde redirigir la política bancaria de las cajas. ¿Van a seguir con las fusiones?, ¿las dejarán a nivel regional?, ¿qué pasará con la Caixa, Caja Madrid y otras que funcionan a nivel estatal?, ¿las convertirán en sociedades puras y duras como los bancos con participación en acciones? En fin, tienen un buen cacao estos señores pensantes. Ellos no se aclaran con lo que se traen entre manos y encima se permiten decirnos que hay que currar hasta los 70 años. ¡Toma ya! No entienden mucho de trabajo, pero están muy a gusto en sus cajas. A los pocos españolitos que seguimos currando nos quieren mandar directamente del trabajo a la caja, pero de madera. Viva el bienestar social que nos espera con estos directivos.
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