Impuesto municipal de plusvalía
El martes 17 publicaba su diario una noticia referente a la caída del precio del suelo urbano en Asturias, que, citando fuentes de Fomento, cifraba en un 60 por ciento desde el año 2008, pasando de una media de 295,50 euros el metro cuadrado a 117,90 euros el metro cuadrado al cierre de 2014.
Personalmente, estoy totalmente de acuerdo con la noticia publicada, pero no puedo menos que lamentar que los ayuntamientos de Asturias no se den por enterados.
En efecto, la conocida como "plusvalía municipal" no es otra cosa sino un impuesto sobre el incremento de valor del suelo urbano que se devenga cada vez que se produce una transmisión bien sea "inter vivos" o "mortis causa" y que se calcula con una fórmula en la que uno de sus factores es el valor del suelo que figura en el recibo del IBI (impuesto de bienes inmuebles) del año del que se trate, razón por la que siempre el resultado es positivo y en no poca cuantía, por cierto. Reiteradamente leemos en su periódico artículos denunciando el injusto tratamiento en Asturias del impuesto de sucesiones y donaciones, denuncia que suscribimos totalmente, pero no hemos leído nada sobre el igualmente injusto impuesto de plusvalía municipal, que produce la tremenda irracionalidad de que un contribuyente venda o herede una propiedad adquirida en los últimos años y se vea obligado a abonar un altísimo impuesto de plusvalía al Ayuntamiento correspondiente, cuando en realidad el bien transmitido ha perdido en su componente de suelo hasta un 60 por ciento de su valor anterior.
En fin, el tratamiento dado por las administraciones públicas, tanto autonómicas como municipales, a los impuestos devengados en la transmisión de inmuebles es, en mi opinión, un mal endémico derivado de la voracidad fiscal, que nada ayuda a un sector, el inmobiliario, sumido en una profunda crisis desde hace ocho años.
En este año de elecciones, sería oportuno concienciar de este hecho a nuestros políticos, para que en un futuro próximo tomen las decisiones oportunas para ajustar la tributación de los inmuebles a la realidad del mercado. Sería conveniente también que los medios de comunicación y los agentes intervinientes en el asunto colaborasen a ello. Sin duda, todos los que dependemos de este sector tan castigado les estaríamos agradecidos.
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