Homenaje a Joaquín Díaz
Recibo el último número de la gran revista Baluarte que dirige con profesionalidad y maestría el escritor y periodista cudillerense Juan Luis Alvarez del Busto y en sus páginas me encuentro una perla como fueron los artículos de J. M. Wes, el antiguo director de "La Voz de Avilés", y el homenaje que le rindió esta publicación anual, una de las mejores revistas culturales de España, si no la mejor, porque aquí la excelencia no abunda (es la bazofia y la alparcería o chismografía intelectual) al musicólogo, escritor e historiador de origen astur y que vive en Urueña, una ciudad amurallada en plena Tierra de Campos. El gran musicólogo, etnógrafo y cantautor pinciano, de origen asturiano aunque lo nacieron en Zamora, en un pequeño discurso, citando a Caro Baroja, quien también se pateó, al igual que Joaquín la Piel de Toro, tratando de resucitar la sabiduría del pueblo (consejas, romances, tradiciones, cantos de siega, trilla, de la hierba, junto con el santoral religioso tan importante y que va en nuestros genes) se refirió a la poca preocupación que existe en las alturas por lo que verdaderamente importa a la gente es bello, es alegre y a veces triste, pero que importa acaso más que el dinero, la nombradía o la fama o la misma belleza física que son efímeras. La cultura con C no la Kultura -esa que al oír hablar de ella le hacía desenfundar al mariscal Göering la pistola- es el principal activo de los españoles de las distintas regiones y lenguas. El patrimonio de nuestros mayores que nos legaron y que ahora tratan de recuperar los jóvenes. ¿Estamos solos -se pregunta Joaquin Díaz- en el bosque? ¿Hemos metido el caballo de Troya en nuestra ciudadela? Quizá nos esté ocurriendo algo parecido a los que van a Salamir porque no tienen dónde ir pero luego no saben cómo salir, según un viejo refrán que manejan con su sorna acostumbrada los pixuetos de por aquí. El panorama no es para el entusiasmo ni tampoco para el desánimo. No está el verde para pitos ni el alcacer para zampoñas ni el manto de Magdalena para tafetanes. Hay que seguir. No perder rumbo. El cambio operado en este medio siglo ha sido traumático. Sin embargo, decían los viejos sefardíes, la hora más oscura es la de amanecida. Después de las tinieblas vendrá la luz.
Gracias a Joaquín Díaz que abrió el surco -le recuerdo en aquellas sentadas del 68 cuando cantábamos el carretera abaixu va junto con antiguas canciones vascas, gallegas y catalanas el bable no murió del todo y las nuevas generaciones en una pequeña medida por desgracia- van desenterrando la tonada y aquellos sentires y poemas del "Romancero" que es junto al "Quijote" una de las mayores aportaciones de nuestra patria a la cultura universal y el musicólogo asturiano lo volvió a la luz. La revista "Baluarte" es todo una homenaje para los que sentimos el periodismo como algo de aportación positiva a la sociedad, no deletéreo ni destructivo. Todo es cuestión de despensa y escuelas que diría J. Costa el León de Grau, todo un catalán. Habrá que albergar la esperanza. Gracias, Joaquín. Gracias, Juan Luis.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo