Del muy enamoradizo alcalde de Oviedo
El pasado mes de septiembre (véase nuestro artículo del 8 de octubre), nuestro alcalde, Agustín Caunedo, en plena efervescencia del aire de les castañes, tuvo a bien (a mal) invitar a los más ilustrados dirigentes del Ayuntamiento de Bilbao para que nos diesen una lección magistral sobre qué podríamos hacer en los terrenos liberados del barrio del Cristo de las Cadenas y en la antigua Fábrica de Armas. Es decir, en el más absoluto desprecio al crédito de los funcionarios municipales (en urbanismo, cultura etcétera), relegando a los arquitectos, diseñadores y colectivos culturales de Asturias, etcétera, el bachiller Caunedo consideró que mejor fiarse de los forasteros que de los propios ovetenses.
Pues bien, no conforme con aquel dislate, del que no conocemos solución alguna, ahora el alcalde de Oviedo (que lo es, no por elección de los ovetenses, sino por herencia del gabinismo), vuelve a caer en el síndrome del bachiller arrepentido y considera que nada mejor que contratar a una empresa catalana para interpretar qué debemos hacer con los terrenos liberados de la Fábrica de Gas. Y es que tampoco, por lo visto, para este nuevo espacio le valen las sugerencias made in Asturias que, en los últimos años, vienen haciéndose públicas a favor de estos nuevos terrenos ganados para la ciudad. Tampoco. Mejor una empresa de fuera de Asturias.
El alcalde Caunedo, de esta forma, y en la consideración de que ningún asturiano debe alcanzar más allá de su propio Bachillerato, vuelve a enamorarse, esta vez, de una empresa catalana, para decirnos qué debemos hacer con una parte del suelo de nuestra propia ciudad.
Una de dos: o el alcalde Iglesias Caunedo se decide a hacer un ERE en el Ayuntamiento ovetense, cuyo organigrama está repleto de asesores (que no asesoran), de pasantes y allegados (que no llegan a dar los mínimos exigibles), de correveidiles y pasamanos, o de liberados que sólo ejercen de tales para cobrar soldadas millonarias que jamás obtendrían fuera de las arcas municipales, o alguien debería advertir a nuestro desgobernante consistorial de la necesidad de reflexionar antes de hacer tantos fichajes foráneos y supuestamente galácticos. Éstos, ya se sabe, son hábiles escribidores de metáforas y alegorías, pero es que, hasta para esto Asturias tiene en su nómina muchos y grandes poetas. Sin embargo, y a lo que se ve, tanta poesía no se da en el Bachillerato.
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