¿Podemos o no Podemos?

Sí podemos, dirían algunos eufóricos y entusiastas militantes del partido de Pablo Iglesias. Pero los dirigentes de Podemos tendrían que revisar sus altas expectativas y sus objetivos para llegar al poder (y todo aquello del cambio de la política actual, de la agonía del bipartidismo y eso del fin de la casta). Es deseable una sana autocrítica de la gestión actual y del programa político de Podemos. Los resultados electorales de la formación morada en Andalucía así lo indican aunque sean muy buenos para ser la primera vez que se presenta. En opinión de muchos militantes lo ocurrido en los comicios andaluces les deja un sabor agridulce. Pero los sueños utópicos en política, muchas veces, no son fáciles de conseguir, y solo con indignación no se ganan unas elecciones.

Carolina Bescansa, líder podemita resalta: no se pueden extrapolar esos datos a todas las autonomías ni a las elecciones generales de noviembre. La velocidad de cambio no es la misma en toda España.

Y es así, ya que los tiempos de la política deben ser largos, sin agobios ni precipitaciones. Por eso, la revolución de Podemos tendrá que esperar. Solo se podrá como acto más violento y reivindicativo- romper un par de platos; o sea, obtener, como máximo dos o tres leyes y normativas para frenar el poderío y los desmanes de los buitres financieros y sus colegas neoliberales.

Y la cuestión es ¿podemos de verdad hacer esa revolución democráticamente? ¿Pudo el expresidente Zapatero hacer frente a las duras presiones de la UE y del poderío financiero? Creo que fue engañado y engatusado por la banca española e internacional. Entonces, ¿traicionó sus principios socialistas, y fue más un monigote ante el ineludible lobby que le impuso la Troika y sus colegas europeos? ¿Es esta misma presión la ejercida sobre las políticas sociales de Hollande esperanza socialdemócrata no revolucionaria- para que quedaran descafeinadas? Con igual argumento, los griegos de Syriza no lograrán sus ansiados objetivos ante Merkel y el BCE. Es posible que esta sea la misma coacción que el establishment del poder económico (los plutócratas) en USA ha ejercido sobre las reformas más progresistas de Obama para paralizarlas.

¿De verdad se puede y se quiere- acabar con la corrupción y con esta ominosa dictadura del neoliberalismo. Creo que democráticamente -sin revoluciones ni acciones cruentas va a ser muy difícil liquidarlas en bastantes años. Parece que lo tienen todo atado y bien atado.

¿Podrá Pablo Iglesias crisis personales y de relación aparte superar los furibundos ataques que van a aumentar contra él, contra su equipo de colaboradores y dirigentes de Podemos? Un montón de grandes pecados, de acusaciones, insultos y amenazas, caerán sobre ellos, además de las ya realizadas (Montoro, con sus intimidaciones de Hacienda; los medios de comunicación y políticos exacerbados contra ellos).

En la utopía de Podemos está el cambio de la forma de hacer y de ejecutar la política española. Entre ellas: acabar con las puertas giratorias en sus diversas categorías, y aniquilar las prebendas y privilegios de muchos ¿Se podrá realizar esto sin revolución, sin radicalismos? Por lo que hemos visto en Andalucía, a pesar de los batacazos recibidos, el bipartidismo PPSOE se aferra a no desaparecer. Es más, aguanta el tipo electoralmente. El cambio político es posible pero será un proceso a largo plazo, lo que podría frustrarlo.

Pero cuánta gente en el Sur de España vive de los PER (Plan de Empleo Rural, peonadas a diestro y siniestro); o de las subvenciones públicas del PNV en el País Vasco; o de las corruptelas y el clientelismo en Madrid y Valencia.

¿Se puede doblegar democráticamente este voto cautivo?

A muchísimos españoles les ha sorprendido que tanto PSOE como PP no hayan pagado peaje suficiente por sus malas políticas, ni por el excesivo paro, ni que la depravación de los ERE y Gürtel hayan sido disuasorias para el electorado en los comicios andaluces.

En Andalucía, a estas corrupciones de los ERE irregulares y a los falsos cursos de Formación, se le une el descontrol del dinero público del intocable PER. Con ello se logra un sistema distributivo, que está estructurado para crear una muy efectiva y golosa base clientelar, muy amplia y popular, que retroalimenta el sistema y lo defiende a capa y espada ¿Hasta cuándo?

Podemos ahora va en serio. Quiere constituir un nuevo referente responsable en política: en formas y estilo, en lenguaje, en movilización de las capas más sensibles de la sociedad. Allí, en la autonomía donde el PSOE es más fuerte, han sido capaces de conseguir el 15% de los votos. Y han logrado este excelente resultado sin apenas tener organización interna, cargos electos, presencia municipal ni tiempo suficiente para pelear las urnas.

Cientos de miles, millones de españoles como la Marcha de la Dignidad que culpamos al PSOE y al PP de la crisis, de los recortes, del paro y de la precariedad, debemos ir poco a poco absorbiendo ciudadanos, inquietudes, políticas socialesTendremos que llenar las urnas en contra de los defensores del bipartidismo y sus adláteres, truncando sus falsas promesas.

Estos dirigentes empeñados en engañarnos una vez más con ofertas y eslóganes electoralistas. Pedro Sánchez promete liderar en cambio seguro, pero ese cambio es puro maquillaje regeneracionista trampeado. El PSOE aún tiene entre sus filas, militantes y dirigentes tocados por el fraude y la malversación. Por otro lado, el pepero Mariano Rajoy sigue insultándonos en su desesperada despedida del poder. Nos tilda de adanes, zascandiles, amateurs... Él, registrador de la propiedad ajena, no sabe que lidera a un conjunto de políticos corruptos y