Los componentes de la caja negra geotecnológica de la Tierra

Las conformaciones de la materia terrestre conocidas como minerales petrográficos o de yacimiento y sus especies más bellas, duras y raras, conviven con el hombre histórico, formando parte de la evolutiva relativa a su desarrollo cultural y patrimonio económico. Las denominadas "piedras preciosas o gemas" son elementos de medida o transacción económica en la humanidad desde su inicial desarrollo. Tales materiales pétreos derivan en valor esencial para la ornamentación de joyas y otros elementos arquitectónicos, surgidos de la gran creatividad artística que desarrolla sucesivamente el hombre. Los tesoros ornamentales y otras expresiones creativas, tanto en las civilizaciones sofisticadas como en las sobrias, tienen por base de desarrollo las muy diversas piedras-rocas-minerales-gemas que la naturaleza originó en zonas amplias, pero muy dispersas. Las "petrificaciones" de los seres vivos generados por la bioevolución terrestre durante millones de años o "geosiglos" son conocidas como "fósiles" y se integran culturalmente con posterioridad. Sufren una apreciación como elementos ornamentales, en crecimiento inesperado, consecuencia –casual– de su entrada en los medios cinematográficos y multimedia catastrofista (dinosauriomanía, otras). Las gemas, inicialmente, los minerales pétreos y de especial conformación, cristalización, metalización, disolución o colorido después, y, por último, los fósiles constituyen los materiales ancestralmente ligados al utilitarismo de los hombres, así como a las curiosidades y misterio de la vida impresa, que trasciende de cualquier fósil. Las piedras "aerolito o meteoritos" forman parte de los materiales llegados a través del cielo eventualmente, con ascendencia extraterrestre, los cuales se conocían y utilizaban para ornamentación y estudios ambientales climáticos (fulgueritas o pistas de tormentas y rayos, etcétera). En la actualidad, la llamada ancestral de las "gemas" se mantiene en el campo de las joyas y ornamentos, constituyendo una profesión valorada. Minerales específicos nutren colecciones que pueden dar lugar a mercaderías desbocadas y búsqueda de afloramientos, utilizados sin las debidas medidas proteccionistas. Los fósiles y formas fosilíferas forman un grupo peculiar también modificado por el coleccionismo. Algunas conformaciones como las "pistas" icnitas están sufriendo un cierto afán desaforado con fines de turismo geológico cultural masificado, el cual plantea más problemas que soluciones a su divulgación-conservación. El comercio de meteoritos y tectitas está también excedido, destruyéndose piezas clave para entender la tierra en el medio planetario. Los minerales y gemas, junto con su organización cristaloquímica, fueron en su tiempo el "cristalonoma" propio de la materia no viviente. Y permitieron realidades (metalurgia extractiva) y fantasías (alquimia) respecto al mejoramiento y transformación de la materia pétrea terrestre industrializada, así como la aparición de los residuos contaminantes más inesperados y negativos.

Los fósiles contienen la información de la memoria evolutiva y transformación ambiental de los seres vivos antecedentes. Gracias a tal memoria percibimos los valores que desarrollaron el "paleogenoma" evolutivo de lo viviente. En los meteoritos y aerolitos se contienen valores que nos acercan a vislumbrar la formación de la materia extraterrestre y principio de la vida desde la inmensidad cósmica planetaria. Los minerales, gemas, fósiles y meteoritos trascienden la curiosidad y belleza para convertirse en memoria única de la organización de la materia y evolución de la vida diversamente ambientada sobre la tierra. Estos materiales contienen valores y parámetros de lo que sería el código de lo sucedido a la materia terrestre y diversos aspectos de lo viviente. En otro orden de cosas vulgarizador y mediático cabría decir que conjuntamente constituyen la "caja negra" geocientífica (local, regional y global) donde buscar los diversos secretos de la tierra transformante. El mejor instrumento de captación del interés por los valores contenidos y memorizados en las cajas negras de cualquier subsuelo es el seguimiento de la belleza y misterio de piezas minerales, gemas y fósiles, así como de meteoritos, presentes en colecciones y museos diversos; constituidos en verdaderos laboratorios de choque emocional y paramétrico de la historia terrestre y extraterrestre.

La Escuela de Ingeniería de Minas, Materiales y Energía de Oviedo celebrará próximamente el vigésimo sexto certamen de minerales, gemas, fósiles y meteoritos-aerolitos, iniciado, promovido y mantenido especialmente en su apartado aplicado gemológico, joyero y ornamental por quien suscribe. Más allá de la curiosidad, está el respeto y conservación de estos destellos de belleza ornamental y científica. El consejo inevitable es rogar la preservación de tales materiales en yacimientos, colecciones y joyas-ornamentos, así como en edificaciones culturizadas por su hacer y significado artístico. La obligación para los docentes y centros especializados reside en promover el mantenimiento y divulgación de la cultura contenida en los componentes de las cajas negras del subsuelo genérico, joyas y ornamentos petrominerales nacionales e internacionales. Estos certámenes, en su sobriedad y limitación, fueron creados con este fin y lograron el mantenimiento de esta acción docente hasta el momento actual de forma digna. Gracias reciban patrocinadores, visitantes y expositores por su inestimable ayuda al desarrollo de esta función universitaria. La mejor celebración de esta edición pudiera ser darle no sólo continuidad anual, sino también diversidad investigadora y divulgativa. Para tal fin sugiero que la Escuela desarrolle el "aula expositora permanente geominero-ambiental", acoplada en diversos espacios de su sede docente de Oviedo. Que la ilusión y deber superen, respecto a tal proposición, al "ungüento" crisis para la forma de decisión... ¿favorable? En tal sentido, que por cierto ya fuera utilizada cuando se planteó el desarrollo con este formato (temporal) la primera edición (minerales-gemas y fósiles), al que además hoy debemos añadir los materiales de ascendencia cósmico aerolítica.