La última figurita de don Gabino
No bastaba con la impudicia de mostrar el culo de la vaca de Linares a los gallegos que acuden a nuestra ciudad, no bastaba contemplar el semblante de don Luis Riera, sentado, como todos hacemos, a la puerta de San Juan aguardando la salida de los funerales para ofrecer un sentido pésame..., no bastaba.
Don Gabino nos ha regalado una nueva figurita: la llaman la Lola.
No sabemos si se fue o viene de los puertos, pero tal parece que acaba de pasar por uno de esos tornos inquisidores en los que, a juicio del señor Rajoy, sufre la oposición a Zapatero. Tirada, arrojada sin miramientos, descoyuntada, retorcida y torticulada salvajemente, se muestra a una pobre mujer que pide a gritos se oculten sus malformaciones.
No se puede sobre un banco de serie trasladar tanto desafuero estético. Desconozco y ni he mirado el nombre del autor, pues a nadie quiero ofender, pero solicito a quien sea responsable de la colocación de tal artefacto lo retire a la mayor premura, para no continuar ofendiendo la sensibilidad de tantos ovetenses demasiado resignados a soportar las veleidades decorativas de su Alcaldía.
P.S.- Mientras tanto, la escultura de Fernando Alba yace, para la vergüenza de la ciudad, en el cementerio de los olvidados.
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