Algo va mal
Por medio de la presente carta quiero expresar dos sentimientos contrarios: agradecimiento y desesperación.
Para ello debo empezar contando que mi hijo de 6 años recién cumplidos necesitó ser intervenido por tercera vez en el HUCA para recambio del sistema valvular que lleva en su cabeza debido a un quiste aracnoideo.
Con fecha 16 de marzo de 2015 es intervenido por el servicio de neurocirugía del HUCA y ese mismo día desde ese servicio de neurocirugía solicitan un TAC de control (como en intervenciones anteriores) para comprobar que todo esté correcto en una intervención de este tipo. La intervención transcurre con normalidad y ya en planta esperamos por el citado TAC.
Hasta aquí quiero expresar mi más sincero agradecimiento al equipo de neurocirujanos y también al personal de la planta de pediatría, ya que tanto de unos como de otros mi hijo ha recibido un trato y atención estupendos.
Pasaron los días y el neurocirujano primero y las enfermeras después se "extrañaban" de que el citado TAC no se realizaba. Día tras día puedo asegurar que unos y otros se molestaban y hasta puedo decir que se desesperaban al no tener noticias de fecha alguna para la prueba.
El miércoles 25 de marzo la neurocirujana que pasó por planta, desesperada, nos dijo que iba a intentar hablar con radiología de adultos para que desde allí se lo realizasen.
Debo decir que en intervenciones anteriores en un máximo de cuatro días tenía el TAC realizado. Preocupada y muy cansada de tantos días de espera, acudo a atención al paciente y la empleada que me atendió (muy amablemente) llama delante de mí a radiología explicando lo ocurrido, después de minutos de espera devuelven la llamada y aseguran que el TAC se va a realizar el 26 de marzo (gracias, según creo, a la reclamación que acababa de hacer, porque de no ser así, aún estaríamos en el hospital).
Y aquí es cuando quiero expresar mi desesperación, ya que no es normal esa demora en pruebas de este tipo, en pacientes de este tipo y más aún cuando dicho paciente está hospitalizado, primero por el riesgo que puede derivar de una intervención de este tipo y, segundo, porque, si todo está correcto el alta podría haberse tenido después de unos cinco días (aproximadamente), lo que evitaría un gasto innecesario de tantos días de ingreso, aparte de la incomodidad de alargar la estancia en el hospital a un niño de tan sólo 6 años.
Al igual que mi hijo hay más niños (y adultos) esperando ingresados por pruebas de este tipo y en algunos casos es vital que se realicen cuanto antes. Además, me pregunto ¿cuánto cuesta un día de ingreso de un paciente?, ¿400 euros más o menos?, si lo calculamos para una media por paciente de siete días de espera ingresado, resultan 2.800 euros, aproximadamente, ¿no sería más rentable contratar más personal (si es necesario)? Y si no es necesario más personal, ¿será necesario más control?
Con todo esto quiero hacer saber que algo va mal en el HUCA, pero va mal en cuanto al sistema o protocolos o control... no sé qué es. Pero que se ven (o se verán) afectadas personas, pacientes que no tienen culpa del sistema y también personal del centro que no puede desarrollar su trabajo en las condiciones que se merecen.
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