Diez meses después
Hace unos días se cumplieron diez meses desde que te fuiste y yo, hermano, no puedo estar sin ti; no hay forma ni manera de que continúe viviendo si me falta la mitad de mi cuerpo y de mi alma.
A lo largo de tus cincuenta y cuatro años que estuviste con nosotros no has tenido ni idea de lo que te he querido, de lo que significaste en mi vida; nuestra vida, nuestra infancia, nuestra adolescencia, nuestra juventud en este nuestro Madrid, en nuestra calle Puerto Rico, en nuestro Bernabeu.
Sin embargo, en esta carta te voy a contar lo que pasa desde que tú no estás. Te voy a hablar de papá, de mamá y de mis tres hijos; de los demás no sé nada, pues han decidido reírse de mí, de mi dolor y no sé si también de mi físico o de mi alma, pero debo pasar, peor para ellos.
Papá, tú lo conoces bien; nunca pensé que sentiría tanto dolor: sus lágrimas, su enfado con la vida, con todo lo que siente. Mamá..., qué te voy a contar: se encuentra mal, se mete en la cama a cualquier hora del día y por las noches se abraza a tus fotos y habla contigo, con su hijo del alma, con su Jandrín. Mis hijos no hay día que no te recuerden: Alejandro se acuerda de su "tito"; Alejandra no hace más que decirme su frase, "no llores, mamá", y Juan Pablo te manda un beso al cielo cuando juega al fútbol, sobre todo cuando mete un gol, no muchos, es muy malo.
No quiero contarte más, tú ya lo sabes. El 20 de mayo no voy a escribirte, ese día tendrás a mucha gente que te recuerde. Simplemente quiero que sepas que estés donde estés, siempre te encontrarás en mi corazón, pues sigues formando parte de mi vida. Siento que estás a mi lado y me dices: “Maite, continúa por los dos, por mamá, por papá y por tus hijos". Necesito que me hagas saber que estás bien, que estás tranquilo y que sabes todo lo que te queríamos y te queremos. Cuando sueño contigo siempre ríes, como eras tú: con tu ironía, tu forma de hacer reír, de reírte de todos y de todo..., por eso sé que estás bien y que Dios y su Santa Madre te tienen a su lado para siempre.
Algo habrás hecho bien para que existan personas que te quieran y que siempre te llevarán en el corazón, por esto nunca te irás del todo.
Un beso, Alejandro.
Tu hermana que te quiere.
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