Despedida
Ante la imposibilidad de no haberlo podido hacer físicamente con vosotr@s mis pacientes, aprovecho estas líneas para despedirme y agradeceros la acogida, la convivencia y las muestras de cariño durante estos casi 3 años que hemos pasado juntos en los Oscos.
Un 4 de enero de 2012 me propusieron ir a trabajar como médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria a Santa Eulalia y Villanueva de Oscos. Esa propuesta fue muy emotiva porque casualidades de la vida mi padre había trabajando allí como médico. En mi familia siempre se habían recordado esos años como una etapa maravillosa, con dificultades pero una etapa de aprendizaje de la medicina rural y con la suerte de haber conocido a sus gentes y continuar con grandes amigos para siempre.
Desde la emoción y con la sensación de que el destino me devolvía a mis orígenes acepte el trabajo. Si que el trabajar en una zona tan alejada dificulta poder acudir a cursos, pero gracias a las nuevas tecnologías eso puede suplirse en ocasiones y sobretodo depende de la actitud y las ganas de cada uno. Estos 3 años han sido un aprendizaje continuo en entrevista clínica, en atenciones biopsicosociales, en seguimientos personalizados y en otros muchos aspectos que en los libros o manuales no se enseñan. Un tiempo cargado de vivencias, de buenos y de difíciles momentos, de cambios, de anécdotas pero, sobre todo, que me han hecho crecer personal y profesionalmente.
He seguido a niños recién nacidos que este año empezaron al cole y he conocido a gente que muchos, lamentablemente, ya no están, pero que recuerdo con mucho cariño y, sobre todo, con un gran respeto.
Agradezco especialmente a mi compañera Amparo García Fernandez, la enfermera con la que he tenido la suerte de trabajar en este tiempo, cómo me recibió, me presento a mis nuevos pacientes y me enseñó nuestra zona especial de trabajo, su profesionalidad, su calidad asistencial, su esfuerzo continuo por seguir formándose, su calidez en la atención a los pacientes, su falta de prejuicios y sus amplios conocimientos sanitarios. Una compañera excepcional y aun mejor persona.
Doy las gracias también a mis nuevas amigas con las que he compartido risas, conversaciones y confidencias. Gracias por esos momentos tan buenos, por compartir e iniciar nuevas aficiones, por ayudarme a ver el lado positivo de las cosas y sobretodo por recibirme en un sitio nuevo tan bien.
Gracias a todas las personas que me han ayudado durante estos años e intentad perdonarme si os he defraudado, soy humana y, como tal, tengo defectos.
¡Gracias y hasta siempre!. Salud para tod@s!
Sara González Alonso, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria
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