El aborto y el sexismo en la lengua
Lo había pensado hace tiempo, pero vuelve a estar de actualidad, o sea, que vale. Un apunte-comentario sobre el aborto. Más allá de debates ideológicos, me parece muy triste que la Real Academia de la Lengua califique el aborto. Yo, que soy un apasionado de las letras, académicos y diccionarios, acabo de leer perplejo el comentario que aparece en la definición de “puede constituir eventualmente un delito”. Creí que el Diccionario era más serio. Eso es, lisa y llanamente, un chismorreo dentro del libro de las definiciones. Vamos, es como si define a los sevillanos como “naturales de la ciudad de Sevilla, de carácter alegre y divertido, rayando la promiscuidad”. Es increíble que tal comentario esté en el Diccionario. Y no puede ser un error, que todos sabemos lo concienzudos que son sus señorías. ¿Y si se despenaliza totalmente? ¿Hay que modificar el Diccionario? ¿Y si se penaliza hasta el onanismo?
Y siguiendo con la lengua, viendo cómo todo político y tertuliano políticamente correcto tiene que emplear ambos géneros para no disgustar a la parroquia, ¿cómo hago para no ser sexista con el ano? Lo digo porque la otra posibilidad, decir culo o cula es basta y rara, y, de mandar a alguien a tomar por el ano o ana, igual es peor el remedio que la enfermedad, porque las Anas de este mundo pueden interponer más querellas que Belén Esteban para defender su honor, o que cualquier Ayuntamiento contra Calatrava (o Calatravo).
Está visto que dependemos de lo que nos pidan los demás. Ya no existen principios como los de antes. Nadie se apoya en ellos. Y es una gran equivocación. Como dijo Marc Dawn Pete-Mild, “es primordial tener unos principios sólidos e inalterables. La persona que carezca de ellos jamás podrá venderlos”. De verdad que, cuanto más conozco a los hombres, más me gustan las mujeres. Es lo único que merece la pena.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo