La contaminación de la playa de Frexulfe
Después de considerar muchas opciones, mi marido y yo, que vivimos en Madrid, pero que somos unos enamorados de Asturias, por sus lugares y su gente, decidimos, hace 5 años, comprar un piso en Puerto de Vega, porque está en un enclave privilegiado. El pueblo en sí mismo tiene mucho encanto y las zonas inmediatamente cercanas de playas son de una gran belleza.
Estamos justamente en medio de dos reservas naturales, la playa de Barayo y la playa de Frexulfe, esta última declarada monumento nacional. Aplaudimos la decisión de preservar este lugar de la invasión de los automóviles con la construcción de dos aparcamientos. Creemos que es un lugar idílico, donde a la gran belleza del largo arenal se une al marco incomparable de los árboles que llegan hasta la playa.
Sin embargo, de nada sirve preservar este lugar de la contaminación de los coches si el agua del mar está sucia y contaminada. En estos últimos dos años, aproximadamente, a menudo se ven grandes balsas de espuma «amarillenta» flotando en el agua de Frexulfe (que llegan también a Puerto de Vega). Este hecho llegó a un extremo que nunca hubiera sospechado el pasado 21 de agosto, cuando hubo una fuerte marejada y la pleamar estuvo sistemáticamente «devolviendo» a la tierra enormes cantidades de la comentada espuma que, a diferencia de la verdadera espuma del mar, tardaba unos cuantos «minutos» en ser reabsorbida por la arena, asemejándose más a una descarga de agua sucia de una lavadora.
Como en esta misma playa desemboca el río Frexulfe, el agua del mar llegó a inundar todo el río, que pronto se convirtió en un enorme «lago» de espuma amarillenta de más de 20 centímetros de espesor sin posibilidad de ser «tragada» por la arena y desaparecer, como en el caso de la playa. No conocemos a ciencia cierta la causa de este hecho, pero está claro que no es esporádico y no puede venir de lejos. Paso muchos fines de semana en Puerto de Vega, incluidas las vacaciones de verano, y dichas espumas amarillentas las estamos viendo, no todas las veces, pero por lo menos el 50% de las veces que vamos. Este hecho ya existía antes, pero ha ido empeorando en los últimos dos años.
Sabemos que la fábrica de celulosa de Navia ha potenciado su producción y todos pensamos que ésta pueda ser la causa. No estamos en contra de la fábrica ni del desarrollo económico de la zona, pero esto no puede dañar su patrimonio natural provocando graves perjuicios al medio ambiente, ni puede ir en contra de los intereses turísticos de personas como nosotros que creíamos haber encontrado nuestra segunda casa en el «Paraíso Natural».
Creo que los vertidos de la fábrica deben tener un control más estricto y ser «depurados» antes de que su monumento natural se convierta en una descarga industrial contaminante.
Espero que esto pueda solucionarse cuanto antes por el bien de Asturias. Para nosotros el daño puede ser relativo, ya que, aun sintiéndolo mucho, podríamos buscar otro lugar más limpio.
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