¿Un Rato corrupto?
Vaya currículum vitae el de Rodrigo Rato. Por donde ha pasado últimamente parece un imán de atraer fortunas de euros, dólares y libras; algunas, de oscuro origen.
A Rato no le bastó con que el PP de Aznar, de Rajoy y de Aguirre le echasen flores como el mejor ministro de Economía y mejor gestor de España. Por eso fue ministro y vicepresidente del Gobierno de Aznar. Rato aspiraba a más y, sobre todo, le gustaba el olor del dinero como a un niño un pirulí. Pero a pesar de esas alabanzas de sus palmeros peperos, las hemerotecas cantan la verdad y el propio Rato y sus colegas del PP quedan en ridículo –o como mentirosos compulsivos e hipócritas– cuando alababan la transparencia, la eficacia y la honradez y la gestión de Rato.
Salió del Gobierno no apoyado por Aznar (por algo sería); salió del FMI muy criticado por su ineficaz gestión y no prevenir la crisis económica de 2008. Eso sí, mientras, su ineficacia llenaba sus bolsillos y sus cuentas opacas en paraísos fiscales.
Ahora villano, cuando antes era un héroe del PP, se ha metido en varios escándalos financieros en los últimos años: imputado en el "caso Bankia", en el caso "tarjetas black", en puertas giratorias en asesoría a varias empresas internacionales.
Se le acusa ahora de blanqueo de capitales, con un posible delito fiscal. Se acogió a la amnistía fiscal de su amigo y discípulo el actual ministro Montoro, sin haber aclarado aún el origen oscuro de su gran fortuna familiar (con visos de una regulación tramposa, no válida).
Todo un ejemplo de pulcritud, de democracia y de transparencia. Rato, un rato largo de astucia de cómo ciertos políticos, que acaban en puertas giratorias de primera categoría, nos toman el pelo doble, triple y cuádruplemente. Nos estafan con dineros públicos y privados de origen enmarañado.
Y luego Montoro dice que no habla de contribuyentes cuando se le pregunta sobre estos desmanes fiscales de su amigo del alma, Rodrigo. Bueno, Montoro, qué poca memoria tienes... ¿No hablas de las cuentas y facturas de Monedero, de los 1.500 euros de la beca de Errejón, de los dineros de las conferencias culturales-políticas de Pablo Iglesias, de los dineros acumulados ilegalmente de los Pujol, de los depósitos financieros del ex gerente del PP Bárcenas? ¿No amenazas a futbolistas, artistas, actores, famosos y medios de comunicación? Pero de Rato, nada. Bueno, en eso se parece a su jefe pepero, Rajoy, que en todo este "rato" está a brevas.
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