Hacer leña del árbol caído
Sin pretender poner en práctica el famoso dicho español de "hacer leña del árbol caído", sin embargo no me resisto a dejar pasar la ocasión de opinar sobre el -en estos días- tan pregonado, aireado, manoseado y hasta vilipendiado "caso Rato".
Cuesta entender que una persona que habiendo tenido la suerte de nacer en cuna de oro, haber sido educado y formado para triunfar, haber conseguido llegar prácticamente a lo más alto, tanto en sus aspiraciones políticas como profesionales, de pronto un mal día, Dios sabrá por qué extraña razón, decide ponerse a circular por el carril contrario y se teje tal tela de araña o laberinto en torno suyo del que, de ser ciertas las cosas que se le imputan, ni acierta a salir ni lo va a poder sacar nadie.
¿Qué necesidad tendría este señor de hacer las cosas de que ahora se le acusa? No se puede entender que habiendo llegado a acumular tanto poder y patrimonio, de pronto en lugar de servir de ejemplo del buen hacer, del ciudadano honrado y ejemplar como emprendedor e incluso hasta patriota por cumplir con sus obligaciones fiscales, colaborando con ello a la solidaridad de quienes están necesitando de ayudas estatales para poder subsistir, resulta que de la noche a la mañana nos desayunamos un mal día con el notición de que se le acusa de ser todo menos lo que de él se esperaba. Cuando se dice que el ser humano es una máquina sumamente perfecta, viendo este tipo de casos es para ponerse a reflexionar, y llegas a la conclusión de que nada ni nadie es perfecto en este perro mundo y que queda demostrado que, como vulgarmente se dice, "el que la pilla se la queda".
Como no soy dado a desear males ajenos, ojalá todo se quede en la mínima parte de lo que se anuncia, y alcance a demostrar su inocencia, si, tal como él dice, las cosas no son como se publican. De cualquier manera, el daño ya está hecho, e independientemente de lo que a él le acabe pasando, tanto al PP como al país, en mi opinión, éste es un sambenito para el que hará falta inventarse un buen quitamanchas para hacerlo desaparecer. Yo no tengo adscripción política con ningún partido, así que con su pan se lo coman unos y otros, pero soy español y me duele de lo que piensen de nosotros como nación más allá de nuestras fronteras.
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