Dos aldeas perdidas, Rozavillar y La Grandota
Sr. Benjamín Cabañas, concejal de Zona Rural, le envío un saludo muy cordial. Sr. Cabañas, quedaría muy agradecido de usted si atendiera mis peticiones: que visitara personalmente las dos aldeas perdidas de Naves y Bendones. No es una la del novelista Armando Palacio Valdés, que son dos: Rozavillar y La Grandota, con cinco vecinos la primera, y la segunda con cuatro. Rozavillar, a cuatro kilómetros del Ayuntamiento. Ambas están muy pobladas, no tenemos terreno ni para hacer la caseta del perro. La aldea perdida de La Grandota tiene cuatro vecinos y está a seis kilómetros de Oviedo “K.O.”. Yo nombro las dos parroquias porque Naves es hijuela de Bendones, que tiene más historia como pueblo y es más conocido en el mundo entero por su monumento prerrománico del siglo IX, algo que no tienen todos los pueblos. Yo felicito a este pueblo, pero tiene una aldea perdida, Rozavillar, que también es un monumento y tiene más de un kilómetro de caleya rural para llegar a ella, que también es un monumento, y digo yo que la habrá que respetar. Tiene historia: es el camino de Veguín a Oviedo, caleya sacramental de zona rural por la que pasaron miles de peregrinos de promesa al Salvador de Oviedo y a Santiago, y también fue caleya de carros del país y de ganados. Y Rozavillar, la aldea perdida, no sé si estará marginada por otra causa: el 18 de julio de 1936, allí, en una pequeña loma, se emplazó la primera batería de cañones del diez y medio que dispararon sobre Oviedo. Yo tenía 12 años y fui testigo. Y en el Ballon. La Leona, un cañón ruso, la “Berta” que sembró el terror en Oviedo. Por esa caleya monumento también pasaron el armamento bélico. En la aldea perdida de Rozavillar los vecinos piden una igualdad que pagaron, como los de Naves, para tener una carretera aglomerada y tienen la caleya de carros que es monumento nacional. La aldea perdida de La Grandota, con cuatro vecinos marginados con caleya sacramental y olvidados, no vamos a claudicar; nosotros no pedimos como limosna lo que con justicia nos pertenece: queremos en el pueblo la igualdad, como los de la aldea perdida Rozavillar. Yo pagué para el aglomerado hace cincuenta años como para comprar dos pisos en Oviedo, para la carretera de Naves y Aviño presento facturas al Ayuntamiento, que sabe dónde vivimos para cobrarnos impuestos y para pedirnos el voto, lo que no sabe es de estas dos aldeas perdidas. Por eso les pido que nos hagan un día una visita y a ver si podemos cobrar a los turistas por ver estas dos caleyas de las dos aldeas perdidas, pues por aquí pasa el camino de los peregrinos a Covadonga y está la montaña de la Grandota, de 510 metros, la mejor vista de Asturias, donde se respira aire puro. Por eso vivo yo con 90 años cumplidos y cincuenta años, días festivos, domingos y vacaciones y doce horas diarias, arrancando el negro carbón en las entrañas de la tierra, desnudo, descalzo y muerto de hambre con dieciséis años de racionamiento. Tengo un tercer grado de silicosis, la absoluta. Vengo de una familia de mineros, estoy al borde de la muerte que es la igualdad, no como en estas dos aldeas perdidas; yo muero de pie, jamás moriré arrodillado. Porque lo mismo que todos los mineros asturianos, yo jamás pedí ni pido al Ayuntamiento de Oviedo como limosna lo que con justicia me pertenece, para eso pago los impuestos religiosamente. Yo no sé quiénes son los que tienen que hacer justicia en estos dos pueblos. Un saludo, concejal, salud y suerte te deseo.
Aquilino Vega
Tudela Veguín (Oviedo)
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