Derecho a no ser campeón
Sábado día 25 de abril. Se celebra en las instalaciones de Mareo (Gijón) el partido de fútbol correspondiente a la primera categoría alevín entre el Real Sporting de Gijón y el CD Langreo Eulalia con el resultado de 22-0 a favor del equipo local. Resultados como éste, o más amplios, se repiten todas las semanas por toda Asturias. Como entrenador de fútbol base, desde estas líneas quiero expresar mi total disconformidad con estos comportamientos en los que la humillación y la falta de empatía (ponerse en el lugar del otro u otros) se suceden una y otra vez. Conviene recordarles a los entrenadores de estos equipos que según la carta de derechos fundamentales del joven futbolista,la gran mayoría tiene derecho a no ser campeones. Dichos equipos son como el dicho popular de la sidra: tras cruzar el Negrón o Pajares, ya no tienen el mismo potencial y ya caen derrotados.
Me considero un entrenador perdedor, pero si no me fallan los datos tengo los mismos títulos (ligas, copas del Rey, champions league, recopas...) que el Real Sporting de Gijón: ninguno.
Una cita de José Saramago donde se refleja mi forma de pensar: “La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva”.
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