¿Hablamos de ética en la solidaridad astur?
Se celebraba en sede de gobierno una jornada, preparada por la Coordinadora asturiana de ONGs y la Axencia asturiana de cooperación, para echarle una mirada al Código Ético de la cooperación, que había sido aprobado en el seno del Consejo de Cooperación en 2010.
Vino de Cataluña para ello Pilar Molina, que pertenece a la Federación que agrupa a las ONG de Paz, de DDHH, y de desarrollo, y felicitó a Asturias por tener un Código que, teniendo formato similar a otros, afina más en las propuestas, es coherente y completo, y sobremanera está firmado por más agentes, esto es, los que conforman el Consejo de Cooperación asturiano: el gobierno, las ONGs, la Universidad, la FACCy Todos los Grupos Parlamentarios.
Con ese antecedente positivo.. ¿quiérese decir que estamos mejor en su cumplimiento?
Pues no. Esa es una de las deficiencias observadas: un buen papel, o documento que responde a otras épocas de mayor atención a las políticas de solidaridad y lucha contra la pobreza, pero que ha quedado en los cajones sin ponerlo en desarrollo y cumplimiento.
¿Qué haría falta para eso?
Pues se recomienda de manera elemental que exista un desarrollo reglamentario del Código Ético, que haya revisiones periódicas de su cumplimiento por parte de la comisión determinada al efecto. ¿porqué eso no se ha realizado.. ¿
También que se haga más público. Es decir que se hagan guías, pautas, decálogos, síntesis, para hacerlo llegar al conjunto de la sociedad asturiana, de manera que esta herramienta sea utilizada.
Y en el taller se puso más el acento en la parte de transparencia y buen gobierno.
Ahora bien, en asuntos que se refieren a casos muy graves, si en el estado han tenido ya condenas Anesvad, Intervida y el consejero del gobierno valenciano Blasco.. en Asturias no es ajeno, aunque no estén estrictamente en el área de cooperación, los casos Marea y Villa, como asuntos de corrupción que afectan muy directamente a la ausencia flagrante de Ética.
En los casos más suaves las vulneraciones al Código se relacionan con las empresas que anulan los Derechos colectivos o individuales con sus prácticas extractivistas en los territorios, y para disfrazarlo fomentan campañas de lavado de cara con mucho descaro o por metodologías más sibilinas, pero con resultados similares contra los derechos.
O también casos administrativos cuando la burocracia de las administraciones se coloca como antitesis de las prácticas cotidianas de solidaridad, es decir como zancadillas contrarias a las políticas sustentadas en las leyes.
Como derivación de ello son también los "retrasos" en la aplicación de acuerdos: Aytos como Siero que aun deben proyectos del año anterior, y que "no encuentran" manera de convocar ya lo del 2015 para "recuperar" el tiempo que en la práctica supone deterioro en las comunidades a que essos proyectos van destinados.
El caso concreto de que exista una ley asturiana de cooperación que indica un 0,7% con destino a políticas de cooperación.. y que dicha ley se incumpla de forma pertinaz.. lógicamente atenta de forma directa contra cualquier código de conducta y es una afrenta directa a la Ética.
Las orientaciones para el mejor cumplimiento del código ético y de conducta incluyen las preventivas, para intentar antes de- mejorar las acciones que redunden en cumplimiento del contenido del código.
A modo de comparación, así como el ODG acuñó el término de anticooperación y lo desarrolló en artículos y libros, como lo contrario a lo que la cooperación internacional supuestamente propugna, con base esa anti-cooperación en la primacía de las corporaciones empresariales y sus prácticas abusivas que logran someter a los gobiernos podría definirse una antitesis del código ético que puede empezar por el ocultamiento de su existencia y por lo mismo intento de incumplimiento flagrante: frente a ello las recomendaciones son las contrarias: darlo a conocer, desarrollarlo con reglamentos debatidos y asumidos por muchos colectivos, extenderlo por todos los municipios, y controlando su desarrollo y cumplimiento por parte de una comisión con gente interna de la cooperación, y gente externa, que puede provenir del mundo jurídico y de los movimientos sociales.
¿Lo asumirán así las candidaturas en curso para la contienda de mayo?
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