Una Reina con palmito
Confieso que ni soy monárquico ni republicano, sino partidario de un sistema donde mandaran los mejores, los aristócratas del pensamiento y del corazón, no los del dinero ni los de la nobleza; sí los "Junkers nietzschianos", no los "Junkers" hitlerianos. Quien dijo que para estas fechas ya no quedarían más reyes que los de Inglaterra y los cuatro de la baraja se equivocó de plano, pues acaban de reunirse en Copenhague ocho realezas para celebrar el 75º cumpleaños de Margarita de Dinamarca.
Sin detrimento del rechazo de las fotos de los fastos y del banquete exquisito a costa de los contribuyentes, mientras crece el número de famélicos también en España, es grato poder presumir de que su reina, una periodista y locutora del pueblo, destaque, entre tanta sangre azul, por su figura, su palmito y su sencilla elegancia. Letizia Ortiz, una mujer separada (como lo era Mrs. Simpson, amante del rey Eduardo VIII, quien renunció al trono de Inglaterra por ese amor), es el mejor símbolo que le queda a la Monarquía española para velar sus problemas y recomponer su imagen.
Caben pocas dudas de que la dinastía borbónica, en éstas sus nuevas horas bajas, ha tenido la gran suerte de entroncar con una plebeya que con sus habilidades sociales, su buen gusto, su saber estar, su buena figura y su vestuario se ha convertido en la visión amable de una España depauperada. Si bien en el ámbito de la realeza europea, Letizia necesita tablas para que su expresión y su sonrisa resulten más naturales, no lo hace nada mal en sus apariciones públicas nacionales, como en los premios "Woman" y en la entrega del premio "Cervantes" a Juan Goytisolo, con atuendo rojo de pies a cabeza y con figura de sílfide. Da mucha mejor imagen que su papá político en sus otrora reiteradas fotos en la revista "Ábaco" del BBVA, junto a su presidente. No cabe duda de que Letizia Ortiz va a participar eficazmente en abrillantar la imagen exterior de la "marca España", con la colaboración de nuestros deportistas de élite y de los elogios de la "Troika". En ausencia de hechos más sustantivos, es agradable poder presumir de una Reina atractiva y diligente, que pasea por el mundo la mejor modistería y peluquería españolas. ¡Gracias, Reina Letizia, te vemos con buenos ojos por tratar de hacer patria!
José María Izquierdo Ruiz
Oviedo
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