Señor Caunedo, Ciudad Naranco sigue esperando
Señor Caunedo, cuando usted llegó a la Alcaldía me alegré. Tenía la esperanza de que, ¡por fin!, en el Ayuntamiento se acordaran de este barrio, que usted conoce bien, para algo más que para cobrarnos los impuestos. Espero que no haga lo mismo que el señor De Lorenzo, quien cada vez que había elecciones prometía un polideportivo para Ciudad Naranco y seguimos sin polideportivo. También espero que no sea tan aficionado como él a las obras faraónicas, que tantos disgustos económicos nos están costando a los contribuyentes, y que en su gestión aplique un poco de sentido común, algo que generalmente escasea en quienes toman las decisiones políticas. Gobernar debería ser fácil. Interesarse por las necesidades reales de los ciudadanos, ver con qué medios cuentan y empezar a solucionar problemas, desde los más urgentes a los menos urgentes. Pero los políticos, con frecuencia, se olvidan de lo prioritario, generalmente menos vistoso y que ustedes consideran les trae menos votos, para ir a lo menos urgente, más vistoso y que piensan les aporta más votos.
Un ejemplo de todo esto es lo siguiente. Cuando usted era niño jugaba al balón en este barrio, en la acera. Señor Caunedo, ¡ya ha llovido desde entonces!, pues bien, los niños y adolescentes siguen jugando en las aceras o plazas porque en todos estos años los políticos no se enteraron de lo necesario y beneficioso que sería que todos los barrios tuvieran dónde practicar deportes gratuitos y al aire libre. Los niños y adolescentes no votan todavía, pero sus familias, sí.
Seguimos esperando que resuelvan el problema de las bases de las farolas, que en algunas calles impiden el paso de una silla de ruedas o una silla de bebé. Seguimos esperando que tengan presupuesto para papeleras. Seguimos esperando que pongan placas con el nombre de las calles, donde faltan, y que sirvan para algo, es decir, que se puedan leer. Seguimos esperando que nos arreglen un poco el tramo de calle entre Orlando Pelayo y Roberto Frassinelli, donde los socavones son tan grandes que se está haciendo intransitable. Seguimos esperando que tomen medidas con los problemas que se generan para los peatones y los coches a la entrada del colegio en la calle Lorenzo Abruñedo en las horas de entrada y salida de los escolares. Coches encima de la acera que en algunos casos no dejan ni espacio para que pasen los peatones y problemas de tráfico todos los días, especialmente cuando sube o baja algún autobús cuyos conductores sufren día tras día este problema. Sin embargo, alguna cabeza privilegiada decidió desde algún despacho que había que colocar bolardos en la acera por la que sólo pasa gente en el momento de entrada y salida del colegio, para que los coches no la ocuparan. Mientras que la acera por donde sube y baja la gente todo el día no importaba que la ocuparan los coches. ¡Sabia decisión!
Seguimos esperando que tomen medidas con el paso de peatones que está situado a la entrada del patio del colegio público Parque Infantil, lugar por donde entra y sale la mayoría de los niños de este colegio, y también muy utilizado por los del instituto. Es frecuente ver situaciones de peligro, sobre todo cuando está helado o mojado, debido a la pendiente de la calle y al tráfico tan denso, ya que ustedes se empeñan en derivar el tráfico por esta zona. Sin embargo, y a pesar de los escritos enviados desde diferentes colectivos en este sentido, nadie se dio por enterado o la seguridad no es su prioridad, ¡esperemos seguir teniendo suerte!
Ciudad Naranco está saturado, ya que las calles no tienen capacidad para soportar tanto tráfico, provocando atascos permanentemente sobre todo en las zonas de Montes del Sueve-Nicolás Soria y Quevedo-Juan Valera-Ernesto Winter, donde los puentes son dos cuellos de botella.
También espero tener más suerte que hace dos años cuando escribí al Ayuntamiento con la mayoría de estas peticiones y me contestaron muy amablemente, pero todo siguió igual.
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