El mundo digital también en Eurovisión
Recuerdo de pequeña, cuando en casa esperábamos el festival d'Eurovisión. Esa noche nos sentábamos al sofá para disfrutar de la gala, realmente había emoción para saber cómo quedaría la clasificación después de todas las actuaciones.
Todo eso se ha quedado en un recuerdo del pasado, hace años que desde casa se tiene la percepción que no es la música lo que prevale en el festival, sino simplemente la nacionalidad. Es cierto que es un gran escaparate y que ganar puede abrir muchas puertas a nivel mundial, pero si en esencia es un festival musical, tendría que ser este el criterio más valorado.
Aún así, hay que reconocer la gran actuación de Suecia, el ganador de este año, que a parte de una buena música, la puesta en escena fue espectacular. Han sabido integrar las nuevas tecnologías, tan de moda en la sociedad actual, en un festival arcaico, mediante la interacción del propio cantante con los efectos digitales en el escenario.
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