En memoria de Nacho Trabanco
Se nos ha ido, y con él una parte de cada uno de nosotros, un pedacito de nuestros corazones, los que él cuidaba y trataba desde hace años en la casita roja.
Hemos perdido a un excelente cardiólogo, pero también a un gran amigo y al mejor de los compañeros. Y nosotros, los que fuimos y los que son residentes, de alguna manera al padre que teníamos en el hospital, porque siempre estaba ahí, para enseñarnos y aconsejarnos, para cuidarnos y protegernos.
Echaremos de menos su sonrisa, su cara de niño grande, su carácter afable o su particular hora del café mientras nos leía el horóscopo o buscaba las jornadas gastronómicas del día.
Ya nada será igual, ni las despedidas de residentes, ni las sesiones en el despacho ni la consulta de cardio.
Hoy, Jove llora tu ausencia, pero tus niñas no te olvidan.
Se necesita sólo de un minuto para que te fijes en alguien, una hora para que te guste, un día para quererlo, pero se necesita de toda una vida para que lo puedas olvidar.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

