La Nueva España » Cartas de los lectores » Putin y el padre Ángel

Putin y el padre Ángel

25 de Mayo del 2015 - Antonio Parra Galindo (Cudillero)

El perro Paco o el perro de los estrenos era un chucho que en el Madrid del final del XIX aparecía en todo acto público, corridas de toros, estrenos de teatro, desfiles militares, suscitando la compasión de la gente. Todos le daban de comer. Era ubicuo y debía de estar dotado con el don de la bilocación. Podía aparecer en dos sitios al mismo tiempo.

El padre Ángel ese cura asturiano sin sotana no se pierde función social, coctail, congregación de famosos o lo que sea, se presenta de improviso.

Clic clac, y allá está el buen curita, cuadrado en la foto,- todo un genio de imagen- luciendo una corbata roja, nunca abrocha el cuello de la camisa, sonrie, se retrata con las famosas y luego pide, pone el cazo.

Es el jefe de una organización que llaman mensajeros de la Paz que yo pienso que debería de llamarse de la Guerra porque él no se pierde un desastre natural, terremoto, riada de agua... lo que le echen.

Más que presentarse, "se aparece", y luego pide dinero con voz doliente, compungida y gangosa de beatorro, como aquellos mendigos que se sentaban al cancel de las iglesias con un jarrillo en la mano recitando la oración del santo juez.

El padre Ángel es todo un personaje de la España esperpéntica, como lo fue el "perro Paco", o un heredero de aquellos curas trabucaires que se tiraban al monte con el naranjero bajo la sotana y asaltaban las caravanas de facciosos.

Dicen que es millonario con las ofrendas que a marchas aceleradas van cayendo en el cepillo, porque posee una maña especial para sacarle los cuartos a la gente.

Su política ubicua de estar al santo y la limosna, pues viaja más que Kissinger, le da redultados y es todo un exito de imagen gracias a la cursilería bobalicona de nuestros comunicadores .

¿A quién va a dejar la pasta? ¿A los sobrinos o a los pobres cuando se muera?

El otro día estaba en Katmandú y al poco surge con su sonrisa, sus gafas de montura de oro, en Oviedo, en un acto de apoyo al equipo local. Hay que estar al loro.

A mí me causa risa y pena este clérigo. Me pregunto si dice misa o reza el breviario con tanta agenda, tanta schedule, tanto viaje.

Si yo fuera obispo, lo ataría corto.

Lo mandaría a un convento de clausura a que pare quieto.

Pero a ver quién es el majo que mete al omnipresente curilla en vereda. Tiene más conchas que un galápago.

Me da pena que la iglesia católica se haya convertido en una ONG bajo la histriónica tiara de Francisco I

Creo que esa no es la función ni lo que predicaba Jesucristo.

Estas estructuras mundiales de índole de penetración política, bajo la cobertura de filantrópicas, constituyen un medio de avance del poder en la sombra.

No es extraño que el presidente Putin, que es un gran estadista y que se las sabe todas, como antiguo miembro del KGB, les haya puesto en cuarentena y no les permita organizar o desorganizar en Rusia, porque son un peligro para las conciencias patrias, al servicio de esas fuerzas invisibles que operan en la sombra. Muy oscuro está el panorama.

Nada es lo que parece. No nos dicen lo que es. En este engañoso mundo todo quisque lleva un disfraz. Luce una sonrisa y por detrás aprieta una navaja.

La caridad bien entendida empieza por uno mismo.

Me temo que esto de las oenegés sea el cuento de nunca acabar. Siempre tendréis pobres con vosotros. Pero a mí no me tendréis.

Pero hasta el Vaticano se está convirtiendo en un entramado de esos.

Se disfrazan de caritativos y, en realidad, no son sino hipocritas, camándulas, sepulcros blanqueados, comecocos, invasores.

Ángel, pongase usted el nudo de la corbata y sea un cura humilde, callado y como Dios manda. Que no sepa tu mano derecha lo que hace la izquierda.

Esta máxima evangelica no la entiende este asturiano taimado y vivalavirgen y de la estirpe más farisaica que pueda haber. Quiso presentarse en el entierro de Cela y oficiar. Lo echaron a palos los curas de Iria Flavia.

A veces tengo la impresión de si es cura verdaderamente.

Cartas

Número de cartas: 46083

Número de cartas en Octubre: 21

Tribunas

Número de tribunas: 2088

Número de tribunas en Octubre: 2

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador