PSOE-FSA y el asturiano, breve historia de una paranoia
Con el fallecimiento de Franco, allá por los años setenta del pasado siglo, damos inicio a este folletín; pienso que será de más fácil comprensión si lo contamos como un “cuentín”. A partir de ese momento, decíamos, comienzan a darse en el Estado español las primeras muestras y síntomas de libertad que pide y exige la ciudadanía, entre ellas la normalización de las diversas lenguas españolas, y los asturianos, en ese sentido, no fuimos nada originales. Aquí comienza un movimiento social, que continúa cuarenta años después incomprensiblemente sin resolver, a favor del asturiano, su dignificación, normalización y, en fin, el reconocimiento oficial que lo haga pervivir para las nuevas generaciones, sin exclusiones ni estridencias.
En esa época el PSOE, que tenía escasa implantación, era abanderado de valores progresistas, democráticos y republicanos, y en sus filas fueron recalando gentes del PSP, de UGT o asturianistas como Xuan Xosé Sánchez Vicente, fundador de Conceyu Bable. El primer presidente de la autonomía, don Pedro de Silva, era un probado defensor de la lengua asturiana, y bajo su mandato se dieron las primeras clases de asturiano, se creó la Academia de la Llingua, dio discursos en asturiano, y otros pasos a favor de nuestra maltratada lengua; igualmente otro presidente como don Antonio Trevín, y otros muchos socialistas que apostaron siempre por el asturiano, así las Juventudes Socialistas o UGT que en diversos momentos se mostraron favorables a su normalización y reconocimiento oficial.
Pero hete aquí que un buen día todo cambió. Llegó el SOMA, Tini Areces y otros que, ya vemos cómo acabaron, iniciaron una cruzada precisamente en el sentido opuesto, veían fantasmas tras cada palabra asturiana, y comenzaron paso a paso a desmontar todo proceso de normalización social de nuestra lengua. No es que no avanzaran, es que se dedicaron en cuerpo y alma a desprestigiar, ningunear y ridiculizar todo lo que representaran la lengua asturiana y los derechos de sus hablantes. Lo que valía y defendían con ahínco los socialistas para los navarros, gallegos, valencianos, catalanes, vascos o baleares no valía para los asturianos. Los asturianos, poseedores de esta cultura única que supone una lengua propia, no somos titulares de derechos lingüísticos en ningún caso. Otros sí.
Y así estamos hoy, con don Javier Fernández, heredero del SOMA, puesto a dedo por don Ángel Villa, como la mayoría de la ejecutiva de la FSA, en su campaña quijotesca, fantasmal y torquemadina contra los derechos lingüísticos de los asturianos, sean o no hablantes de la lengua que Jovellanos amó y defendió. “La Asturias del sí”, excepto para la “oficialidá del asturianu”; para eso, la del no. Ése es su lema para estas elecciones, qué poca vergüenza. En fin, no podemos más que recomendar a esos señores que pasen por el diván de un psiquiatra y se lo hagan ver, van a acabar todos con úlcera de estómago en su incansable campaña contra nuestra pobre y desgraciada lengua asturiana que tantas horas de sueño les está robando. Pobre concepto tienen de España, de la pluralidad y diversidad de sus lenguas y culturas que desprecian con tanta inquina al asturiano.
Gracies pol so tiempu y aguardo daveres que reflexonen, darréu que l’odiu nun lleva a sitiu dengún, y l’odiu polo propio ye tovía peor, nun xenera simpatíes nin consensu ya intelectualmente ye poco recomendable. Qué se pue esperar del que nun quier y desprecia con vergoña lo de casa.
Ludivina Argüelles
Gijón/Xixón
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