De la rutina se sale, de la realidad no
¿Alguna vez os habéis parado a pensar en esa frase?
La escribí el otro día para la página para la que colaboro semanalmente como intento de escritora y recuerdo que el primer pensamiento que se me vino a la cabeza fue cómo la vida nos demuestra lo equivocados que estamos con nuestros actos, es decir, sentimos cosas que en nuestra vida son simples efectos secundarios, sabiendo que somos los protagonistas de nuestra propia historia.
¿Alguna vez habéis pensado las veces que nos equivocamos a lo largo de un día? Demasiadas.
Eso significa que todo es por alguna razón y yo voy a deciros cuál fue el error más bonito de mi vida. Ella. Mi gemela. A ella va dedicado esto.
Y no, ella no es un error, sólo que por un error grave apareció en mi vida. Una de cal y otra de arena. Eso es la vida. Apurando las últimas gotas de energía que nos quedan, sabiendo que puede que mañana el sol por fin aparezca.
Y ella es alguien que a pesar de las circunstancias, la distancia y los años, ha seguido a mi lado después de tantas caídas.
Si pudiera describirla con una sola palabra, lo único que sería capaz de decir sería admirable, ya que poco a poco ha conseguido luchar por sus sueños y, más importante, ha logrado que yo misma crea en los míos.
Podría deciros que me quiso prometer el mundo, pero es mentira, me dijo que los valientes son los únicos capaces de llegar a ser lo que quieren ser, y que aún somos jóvenes para caernos cientos de veces.
Ella me enseñó que la rutina es la mejor opción, pero también la más fácil. A veces necesitamos algo diferente en nuestra vida, inesperado, para ser feliz, como ella. Y me demostró que la realidad va a seguir siendo la misma hagas cosas locas o no, por eso va por ella hoy.
Parece que fue ayer cuando me demostró lo equivocada que estaba tomando determinadas decisiones y eso ya va a hacer siete años.
Sin duda todo el mundo necesitaría tener una gemela en su vida, pero lo siento, la mía no se la regalo a nadie.
Una gemela no es la mejor amiga. Una gemela es alguien que se parece tanto a ti que asusta, alguien que estando a 500 km de distancia sabe qué vas a decir, alguien que llora, ríe, grita y se emociona por ti. Alguien tan verdadero que entiendes que todos los amigos que llegan a nuestra vida deberían ser como ella.
¿Sabéis por qué es importante contar con alguien así? Porque ella son esos cinco minutos más en la cama en un lunes de invierno, es el instante eufórico cuando quedan segundos para que tu vida vaya a cambiar y es el momento en el que empieza a moverse la montaña rusa.
Puede que nadie lea esta pequeña publicación, pero sé que ella estará detrás de estas palabras, sabiendo que cada palabra que he escrito va para ella, y no necesito más.
Muchas gracias a ti, pequeña loba.
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