Ha desaparecido la casta
Si hay algo que me ha gusto de los restados de estas elecciones es que todos se sienten felices. Todos victoriosos y todos tienen un mismo fin. Aniquilar al Partido popular. Lo que más me gusta de todo esto es que todos han enseñado ya su cara porque hasta ahora todos mentían, todos iban a arreglar los problemas que en este país existen, pero ahora no. Eso parece haber pasado a la historia o al menos a la retaguardia. Ahora lo importante es saber o que todos sepamos que el partido socialista se siente vencedor en estas elecciones aunque no lo haya sido. Lo importante es que se creen que han acabado con el partido popular, algo que llevan cuatro años intentando. Lo que de verdad más me gusta es que ahora el partido socialista, aun estando en minoría se siente poderoso porque cree que los votos de Podemos, los de IU, los de Ciudadanos, son votos del Partido Socialista. Ya no hace falta presentar programas electorales, ya no hace falta comprometerse con los ciudadanos por que ya hemos votado y ya se sienten con todos los derechos para hacer lo que les venga en gana.
Este país es un país subrealista, está superdemostrado. Lo que hace un partido en el gobierno está mal para la oposición, pero cuando la oposición se siente (aun sin estar en condiciones de poder gobernar) con los poderes de gobierno, le dan vuelta a la tortilla y todo está bien. No me extraña que nos vaya como nos va. Tenemos unos partidos que dicen ser de izquierdas La izquierda ha ganado en España (ellos lo dicen), pero cuidadito que están hablando antes de tener la seguridad de que van a poder gobernar. Todavía no está claro que Podemos vaya a llegar a ningún acuerdo con el partido socialista, todavía no sabemos si en muchas autonomías les bastará el apoyo de Podemos, todavía no sabemos casi nada porque todo lo están intentando arreglar bajo cuerda para que los ciudadanos no nos enteremos de la realidad que se traen entre manos. Pero lo que si ellos tienen muy claro aunque los ciudadanos no nos enteremos, es que van a ganar las elecciones generales, que van a regir nuestros destinos en todas partes, ayuntamientos, autonomías, y en el gobierno del estado español. Éstos son los que llaman soberbio a un gobierno con mayoría absoluta. Pero ellos que están pero que muy lejos todavía de poder sacar unos resultados que les den la oportunidad de gobernar aunque sean en minoría, están actuando con la mayor soberbia que una se pueda imaginar, aunque vayan diciendo que ganaran con humildad.
Todas estas cosas están pasando en este nuestro país cuando faltan todavía, al menos seis meses para poder volver a contar sus votos. Cuando todavía no sabemos los españoles si en Andalucía tendrán que volver a convocar elecciones porque a una señora se le ha metido entre ceja y ceja romper relaciones con el partido que la estuvo apoyando y se decidió a adelantar la elecciones pensando que era el Gallo de la Quintana de Andalucía y que iba a barrer. En definitiva, todas estas cosas están pasando en este país porque de repente los partidos políticos se han vuelto locos, y no tienen argumentos para poder enfrentarse con sinceridad a los ciudadanos y hablar con claridad. Porque no quieren comprometerse a nada, porque saben que los compromisos todos están en barbecho. Nunca nadie ha cumplido en este país con las promesas electorales. Esos argumentos solamente se utilizan para engañar a los ciudadanos, para conseguir votos. Luego Dios dirá. Así ha sido y sigue siendo. Ahora ya hasta se habla de la herencia que va a dejar un gobierno que todavía no ha acabado su legislatura. Del que todavía no sabe este partido socialista como va a salir. Esto lo dice un partido que siempre ha dicho durante esta legislatura que no se debe apoyar un gobierno en la herencia del gobierno anterior. Que éste está ahí para solucionar los platos rotos del anterior (como si el gobierno anterior no tuviera nada que ver con ellos). Pero eso era antes, antes de que ellos se sientan con los poderes en las manos otra vez. Lo malo de todo esto es si les rompe en jarro y se pierden todo lo que en él tenían metido.
Pero lo que más me gusta de todo esto es que ahora ya ha desaparecido, de repente la casta.
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