Miedo a gobernar
Transcurridas dos semanas desde las elecciones municipales y autonómicas, el panorama es descorazonador. Existe un fraccionamiento claro de la representación política con la irrupción de nuevos partidos según estaba previsto, pero la incapacidad manifiesta hasta la fecha de conformar una mayoría programática que gobierne, es desesperante.
Me refiero al caso de Gijón por ejemplo, donde existe un equilibrio de concejales entre FORO, PSOE Y PODEMOS acompañados por otros tres partidos con menor representación. La persistencia de querer ser alcalde por parte de Josechu o Mario, hacen inviable un acuerdo mayoritario del segmento más progresista de la corporación con el apoyo de IU. En consecuencia saldría elegida para gobernar nuevamente la sra. Moriyón.
¿Cómo se puede entender que un partido con una representatividad menor de un tercio (8 concejales sobre 27) puede gobernar una ciudad de cerca de trescientos mil habitantes?
No es congruente ni responsable por su parte ni del resto de partidos mayoritarios, que tienen la obligación de alcanzar un acuerdo de gobierno estable, con propuestas para reactivar la vida económica y social de un municipio que ha estado sufriendo la crisis los últimos cuatro años, sin ideas nuevas, tapando grietas, victimizándose, sin generar ilusión y esperanza entre los gijoneses.
Y qué decir del gobierno autonómico, igual. Un partido socialista con menos diputados que la legislatura anterior, pretende seguir gobernando en minoría para preocuparse más de su equilibrio parlamentario que en activar la economía regional y sacar adelante un proyecto regional que nos saque de los fondos mineros, de la sanidad en decadencia, la enseñanza en precario y el empleo sube y baja, pero sin solución.
Una vez más tengo la impresión de aquí todo el mundo mira para sus intereses y los de la ciudadanía les importa bien poco. Tendremos que esperar a las elecciones generales para que algunos reciban otra vez más un castigo y otros se quiten el miedo a gobernar sin red.
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