¿De qué se ríen los socialistas tras las elecciones ?

Algo hay, tras las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo, que no ha ido bien o no han querido enterarse alguno de los partidos políticos que, como el PSOE, van perdiendo votos elecciones tras elecciones y aún se erigen como vencedores y nos regalan enormes sonrisas en todos los medios de comunicación.

Hemos leído a analistas y expertos de la democracia participativa y los resultados abiertos que se han producido; pero no he leído, que yo sepa, comentar la necesaria y obligada dimisión de los responsables políticos en la Federación Socialista Asturiana dentro de los órganos del propio partido por la pérdida de confianza ciudadana que les han otorgado 14 diputados a pesar de dos datos concluyentes como son los votos cautivos que aún quedan en esta región, y la influencia de la ley Electoral que hace que les salga más barato un diputado que a otras fuerzas políticas que, por cierto, podían poner encima de la mesa para seguir negociando. Si esto es haber demostrado que lo de Asturias es una seña de identidad para el PSOE, y por lo que le da las gracias Pedro Sánchez, entonces sí se cumple aquello de “en el reino de los ciegos...”

Bajando de lo autonómico a lo municipal, nos encontramos con un PSOE que en el municipio de Oviedo ha cosechado los peores resultados de la historia. Esto, ya conocido, debió de haber dado paso a la dimisión del actual secretario de esa agrupación y con el argumento más claro aún al haber solicitado, él mismo, en su día, las dimisiones de Álvaro Cuesta o Paloma Sainz con unos resultados no tan concluyentes como los cosechados por la agrupación municipal socialista ovetense. Y digo de la agrupación, porque es cierto que la gestión política de la responsabilidad la comparte la cada vez más exigua comisión ejecutiva de la calle Jovellanos, 21. Ambos, comisión y secretario, han debido hacer ese gesto dimisionario y más ante un eslogan en campaña que rezaba “Contigo sí”, cuando lo que han recogido “Pero contigo el ciudadano no”. Naturalmente, a la demostración de inoperancia, de negar la realidad, les falta humildad permitiéndose dar estopa a Somos Oviedo cuando entre IU y el PSOE suman igual que esta última fuerza política.

La posición política del PSOE en Oviedo es de un desastre sin precedentes en contraposición a Mieres, con la dimisión de todos los responsables políticos, demostrando con ello varias cualidades a destacar como son: coherencia política, responsabilidad cívica, competencia intelectual, calidad y capacidad humana, honestidad y, especialmente, comportamiento ético y moral. En Oviedo, en cambio, nos presentan carencia de estas cualidades donde el militante está adormilado y no se percibe una mínima protesta. ¿Será que entre los escasos 800 militantes ya no hay críticos, o es que se han marchado todos? ¿Para qué han servido las primarias de noviembre de 2013 que tanta ilusión habían generado? Creo, sinceramente, que la resultante de todo ello ha sido la maniobra pactada para que el aparato del partido se haga nuevamente con la AMSO y aproveche la no bicefalia orgánica e institucional, disuelva la actual comisión ejecutiva, todos sus componentes a la calle y vuelvan los sindicatos, los sindicalistas junto con el aparato a través de una gestora .

Ante este lamentable escenario, es cuando conviene recalcar el título de esta carta: ¿De qué se ríen los políticos del PSOE? Sin duda, una respuesta me convenció en un vecino del barrio. “Se ríen porque han pasado las elecciones y durante cuatro años más, los de siempre, los que sirven para todos los cargos, estarán profesionalizados en la política”.

Por todo ello hago un ruego a todos los partidos emergentes si es que dan el visto bueno para que gobierne el PSOE, porque si permiten que Asturias siga siendo una de las comunidades autónomas en las que la carga impositiva para el ciudadano es de las más elevadas, que no vuelvan a contar con mi apoyo. Si permiten que se sigan degradando la industria, los sectores primarios, secundarios y terciarios, los despilfarros, las corruptelas, la entrada de trabajadores al sector público y por la puerta falsa, entonces serán otro puñado de votos los que se pierdan. Si siguen permitiendo la pérdida de derechos laborales, económicos y sociales practicados por el PSOE a los empleados públicos, entonces la sangría de votos para las elecciones generales será contundente y no servirán argumentos de quienes se les esperaba cambios de formas, modos, estructuras y criterios

Y termino con una frase que recordé al hilo de todo esto, cuando un discípulo de don Santiago Ramón y Cajal le preguntó: “Profesor, ¿por qué usted siempre reconoce en público los errores suyos?”. La respuesta fue: “Lo peor no es haber cometido un error, sino tratar de justificarlo en lugar de aprovecharlo como aviso providencial de nuestra ligereza o ignorancia”. Sirva esta contundente respuesta para quienes, tras la derrota, siguen sin reconocer el error, sin asumir la responsabilidad, ya sea por ligereza intelectual o ignorancia humana.