El FMI dice una cosa y la contraria

Es difícil, por no decir imposible, encontrar un organismo internacional que se haya "equivocado" tanto o más en sus recetas económicas que el FMI. Las hemerotecas y los libros de Historia y Economía serios pueden enseñarle a quien quiera la multitud de países en América, en Asia, en África, en Europa en los que las recetas económicas del FMI han provocado un enorme desastre económico y social, profundas y durísimas recesiones económicas, destrozos sociales, incremento exponencial de la pobreza y la desigualdad, incremento de la mortalidad infantil, destrucción de los aparatos productivos y los sistemas públicos, deudas disparadas.

Ahora le toca una vez más a España. La receta del FM: menos indemnización por despido, más impuestos, más copago sanitario, más IVA, más educación privada, más privatizaciones, créditos más usureros, más reforma laboral salvaje, más pobres, más miseria y, al mismo tiempo, más poder para los banqueros transnacionales, los capitalistas multimillonarios, empresarios mayoristas y estafadores de todo pelaje.

Estas recomendaciones forman parte de la declaración de conclusiones generales tras finalizar la misión del FMI encargada de realizar el informe anual sobre España, que recoge datos y entrevista a responsables empresariales y políticos. Unas semanas más tarde, el informe será sometido al Consejo del Fondo Monetario Internacional antes de su publicación íntegra.

¿Sabe alguien adónde nos están llevando estas recomendaciones? La reforma laboral, ente hueco donde los haya, nos proporciona en su mayor parte empleos de no más de una semana, los salarios están a la baja desde unas posiciones ya muy bajas, y nos piden subir más el IVA, hacer mayor énfasis en los copagos sanitarios y de educación, etcétera. La estructura económica de este país es la que es, y, salvando el ladrillo y sus derivados, estamos inmersos en el sector servicios con grandes grupos financieros, ectoplasmas de un país con base en muy pocas pero influyentes manos y cuyo producto nos cuesta al común de los mortales relacionados con el trabajo un ojo de la cara... En resumen, tuertos, cada vez más pobres, inanes e inermes, fagocitados por una "clase" devoradora de humanos, nos ofrecen una fe sublime en el "neoliberalismo", o cuento de la lechera. Sabemos dónde nos llevan porque vamos como corderos, unos en silencio y otros cantando, ¿tendremos visión y seremos capaces de escribir nosotros, los trabajadores, el final feliz de este cuento?

Los trabajadores no deberíamos comer, no deberíamos respirar y, si caemos enfermos, no deberíamos sanar, y así se acabarían los problemas. Este consejo lo doy gratis, sin cobrar lo que los del FMI; no podemos seguir así, que alguien nos libre de esta gente miserable e inmoral.

Para tener un FMI que nos tiene que decir cómo se han de hacer las cosas, hay algunas soluciones drásticas, pero soluciones; por ejemplo: que dimita el Gobierno en pleno, ¿para qué queremos tanta gente en los organismos nacionales?, que sólo son estómagos agradecidos, ¿para qué sirven?, si no es para engordar los bolsillos de los más pudientes, si las decisiones sobre como dirigir el país las marca el FMI, que son una "panda" de desahuciados por sus respectivos países como unos inútiles gestores. ¡Ya está bien! Que desde estas instituciones, BCE, la CEE, nos digan, nos manipulen y digan cómo y de qué manera tenemos que vivir, como dijo el Che, "más vale morir de pie", y por culpa de nuestros errores, "que vivir de rodillas" por imposición de unas instituciones que no aportan ayuda ni soluciones, y sólo quieren acabar con la clase media, media/baja, baja, bajísima y la más desprotegida, que son miles y miles de ciudadanos de esta piel de toro. ¡Ya basta!

La pobreza generada, el aumento brutal de la desigualdad y la enorme precariedad vital sobrevenida a la mayoría poblacional (que, por cierto, el FMI ha criticado en otras ocasiones e incluso ha recomendado corregir) se han producido por generación espontánea. Para nada han tenido que ver las canalladas implantadas que estos sinvergüenzas llaman reformas estructurales y que se corresponden con el saqueo de las riquezas generadas por el conjunto hacia una minoría dominante, avalada por gobiernos disfrazados de demócratas.

Pero cuidado con lo que se vota, eh..., que dicen que podría venir el diablo a poner patas arriba la magnífica recuperación conseguida, si con 4,5 millones de parados, 13 millones de pobres y 2,5 millones de niños que pasan hambre, si esto lo vende el Gobierno como recuperación, ¿cómo será cuando no la haya? Y siguen metiendo miedo con los próximos gobiernos en autonomías y ayuntamientos, tienen miedo a perder las poltronas y el mando porque se les termina el gran chollo que han tenido. Y siguen con su mantra, "estos comunistas radicales y extremistas quieren llevar a España al más profundo abismo". ¿Y los españoles? Buah, esos, que se jodan.

El FMI nunca comete la equivocación de elevar los salarios, aumentar el gasto social, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores o aumentar el poder adquisitivo de la población. Ése es un tipo de equivocación que nunca va a cometer. El FMI no se equivoca. El FMI tiene unos intereses muy concretos. Es una institución que representa los intereses de Wall Street y las corporaciones estadounidenses, estos malnacidos se creen superiores al resto de la humanidad e imponen medidas que no se merecen ni los animales. ¿Y los españoles? Buah, esos, que se jodan.

Faustino Gómez Pérez