Reflexiones prospectivas y ambientales de las Canarias
El estudio aplicado de cualquier ámbito insular litoral continental del subsuelo comienza por la consideración de sus valores “prospectivos”. Con tal finalidad se buscan parámetros, ya sean geológicos, geotécnicos o dinámico-ambientales, ligados a la forma de ser o evolución del mismo; y muy específicamente a las posibilidades de que contenga cualquier sustancia útil o utilizable industrialmente. Apreciaciones de este carácter calificadas de posible probable obligan a realizar nuevas valoraciones, para concretar si se trata de “recursos” abiertos indeterminados o reservas útiles pero necesitadas de precisiones referidas a sus cualidades, volumen y, sobre todo, formas de acumulación o almacenamiento. En el archipiélago volcánico insular y pericontinental de Canarias la prospectiva relacionada con la eventual presencia de “geofluidos” geotérmicos, gaseosos y petrolíferos es ampliamente positiva; también previsiblemente compleja de afrontar, por su posición atlántica y pericontinental africana con sus diversas alineaciones insulares. Las soluciones concernientes a las dudas de presencia de reservas tangibles económicamente se tratan de resolver con tecnologías posicionales de “prospección” y la mediación o ayuda de sondeos indirectos geofísicos, polarizados en el estudio de la transmisión de ondas activadas desde superficie que impacten y señalen alguna potencial acumulación. También mediando la perforación-hinca del subsuelo submarino, con obtención de muestras diversas de los eventuales geofluidos y materiales-rocas que los contienen, así como de la forma y extensión de éstas, deducible de la valoración de los datos aportados por trama de prospección ejecutada o proyectada. En Canarias la difícil y onerosa decisión derivada de las consideraciones prospectivas fue tomada con la corrección y riesgo profesionales propios. El inicio de la prospección con sondeo submarino se desarrolló cumpliendo los protocolos ponderables y ponderados, para tan difíciles ámbitos de búsqueda de recursos, cuestiones sociopolíticas al margen. El resultado de la única prospección sondeo finalizado es valorada como “negativo”. La continuidad de nuevos sondeos puede ser abandonada. La reconsideración pudiera venir de factores logísticos y económicos, referidos a la materia sujeto de explotación y consideraciones de mercado internacional. Tratándose de un ámbito volcánico insular activo y geodinámico de notable riesgo, tanto geo como biológico-natural, convendría reflexionar respecto al aprovechamiento de los datos obtenidos; para integrarlos en lo que podríamos denominar “semáforo ambiental prospectivo”. En efecto, el sondeo realizado se abandona: sellando y disponiendo sensores en el punto de perforación; se archivan los complejos datos percibidos; asimismo, pueden disponerse boyas perceptivas a distintas profundidades. El calificado como punto de riesgo ecológico pasa a poder convertirse en espacio de observación y previsión de riesgos geodinámico ambientales. El abandono de “prospecciones sensorizadas”, convierte tal acción en la recreación de un observatorio ambiental y del subsuelo oceánico marino de primera importancia. Zonas insulares cual la de Canarias precisan del establecimiento de la correspondiente red de “geosemáforos ambientales y geodinámicos”, específicos o derivables de actividades prospectivas mineras y civiles de cualquier índole. El entorno sociopolítico y ambiental sentimental debe tener como valor de reflexión la importancia de la red “geosemafórica geoambiental insular para su permanencia, ya sea creada con tal propósito o recreada a partir del cruce con los valores generados por las prospecciones mineras civiles, ambientales litorales y atmosférico-meteorológicas. El archipiélago de Canarias, sus moradores y voluntarios defensores del status natural, activo ¿alterada? por la supuesta, por ahora, prospectiva (negativa) de recursos petrolíferos; necesita pensar también en las activaciones ya sean generativas de volcanes, así como en las permanentes vibraciones sísmicas o microsísmicas; transformantes, eventual y lentamente, en riesgos intermitentes. Debieran considerar lo expuesto respecto a la creación y conversión de “prospecciones” en “observatorios de seguimiento de riesgos” posibilistamente extremos; sin olvidar, tal cual acaba de ocurrir recientemente, los factores ligados al desarrollo del transporte propio y de comunicación interoceánica, que deben afrontar sus líneas de costa.
Subtítulo: A propósito de las reservas de gas y petróleo
Destacado: Las Canarias actúan como válvulas de escape de un punto caliente, profundo y fracturado del Atlántico
Las Canarias, en la lejana y especulativa teoría, actúan como “válvulas de escape” de un “punto caliente”, profundo y fracturado del Atlántico. Disminuir tensiones, mediante la explotación, consecuentemente gestionada, de geofluidos acumulados, que también pueden difundirse por accidentes naturales en el océano, no es una deplorable actuación, sino respuesta propia de geo-ingeniería social. Coordinar la disposición y movimiento de las tensiones sismovolcánicas permanentes con las derivadas de las activaciones provenientes del desarrollo industrial, turístico y de comunicación, es la otra respuesta de “geoingeniería de observación en red” para ámbitos ambientalmente tan difíciles, inestables y de incuestionable y permanente riesgo.
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