Tiempo para asimilar
Hace muchos años perdí a mi padre en cuestión de meses y pensé que para la pérdida de mi madre después de años de enfermedad estaría preparada, pero no, ahora puedo afirmar que para la pérdida de un ser querido nunca se está preparado.
Fueron años muy largos pendiente las 24 horas del día, muchas veces su estado empeoraba, pero siempre se recuperaba; esta última vez pensé que sería igual, que mejoraría, pero fue la definitiva.
Cumplí todo cuanto me hizo prometer, morir en su casa, salir de su casa y ser enterrada junto a mi padre, y más promesas que quedan en la intimidad y que también cumplí. Me queda la conciencia muy tranquila que hice todo por ella, al igual que ella hubiera hecho por mí.
Siempre me decía "cuando muera, no quiero que llores porque estaré descansando y con tu padre, por fin juntos", esto soy incapaz de cumplirlo, no puedo, me cuesta aceptar que esta pérdida es para siempre, que no la voy a volver a ver, que sólo me quedan sus recuerdos y sus fotos, necesitaré tiempo, mucho tiempo, tengo que asimilar y aceptar que me he quedado huérfana y es duro.
El motivo de esta carta es dar las gracias públicamente a todos/as amigos y compañeros del Hospital Valle del Nalón, en especial a la planta primera B y muy especialmente a Beatriz, supervisora de dicha unidad; a todos, gracias, por tanto como me habéis dado, por todo vuestro apoyo incondicional, ayuda, ánimo, siempre a mi lado, sobre todo en los momentos más bajos, que han sido muchos.
Agradeceros también al equipo de la unidad de cuidados paliativos del área VIII (doctor José Fuentes y Flor, la enfermera), por vuestra profesionalidad y por todo el apoyo que me brindasteis; gracias también a la doctora M.ª José Álvarez (anestesista), por todo.
Mi madre siempre decía que el contenido de la palabra gracias es indescriptible y estoy completamente de acuerdo.
Para finalizar, me quedaré con una frase que dice "no mires mi ausencia, sino lo cercana que estoy de ti". A mi madre no la tengo físicamente, pero la siento muy cerca, ahora sólo necesito convertir mi dolor en fuerza y luchar para salir adelante, espero que ella, donde esté y junto a mi padre, me de esa fuerza que tanto necesito.
M. Pilar González Antuña
Lugones
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