De la moda o del atuendo
Que "el hábito no hace al monje" es cierto. Pero que ayuda, también. ¿Qué pretendo decir? Veamos: hay un dicho, que no me atrevo a valorar cuánto tiene de verdad, y es aquel que dice "que así te ven, así te tratan". Yo he intentado aplicármelo. Creo que es verdad, y como he tenido que estar de una forma u otra de cara al público, el atuendo siempre me pareció que debía ser acorde al trabajo desempeñado.
Hoy día, se puede llegar a confundir la moda con los modos. La moda, porque en todas las épocas existió y existirá. Y los modos, porque se refieren a las maneras de comportarse cívicamente en una sociedad medianamente educada. Parece un sentimiento muy generalizado aquel que identifica unos comportamientos con un estilo en el vestir. Es verdad que a veces existen razones probadas de que "el hábito sí hace al monje", pero de igual modo también lo es el que algunos "estereotipos" de personas los definen sin duda alguna.
Uno de los problemas con los que nos podemos encontrar a la hora de discernir si es la moda o son modos es cuando desconocemos si es sólo lo primero o si lo segundo se refiere a un concepto filosófica de la vida. Si es la moda, nada que decir. Pero si la moda es consecuencia de una opción filosófica o de una ideología, las cosas evidentemente cambian. Aunque también hay que decir que en ninguno de los casos sea excusable el uso del "agua, el jabón o el champú" (por cierto, el aseo personal también puede darse en las escuelas si las familias están necesitadas), y si ahora vamos a usar todos el transporte público y la bicicleta, me da que seré muy necesario usar, sin reparo, esos tres elementos.
El atuendo como ideología existió y existe. Todos hemos conocido la moda hippy y su escuela filosófica de vida. También tenían su moda y su atuendo los "ácratas". Como los revolucionarios guerrilleros de Sierra Madre. Es decir, cuando alguien se identifica ideológicamente con alguna de las mencionadas y se es joven se tiende a exteriorizarlo por medio del atuendo o la compostura. De ahí que a veces podamos equivocarnos y pensar que todos los que visten de una forma u otra piensan lo mismo.
De cualquier forma, personalmente creo que el "hábito ayuda, y mucho, a saber que se es monje". Si ninguno vamos, salvo excepciones, al médico -por ejemplo- en un estado poco "apropiado", tampoco parece de recibo que éste nos atienda un tanto "desharrapado", ¿se entiende, no? Pues más o menos es lo que quiero decir: una imagen, en este caso personal, vale mucho más que esas mil palabras.
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