Precisiones a la eutanasia de una perra
Respecto a las informaciones sobre la eutanasia de una perra de raza pit-bull en el albergue municipal de animales procede indicar:
1) La Protectora de Animales acepta íntegramente la reciente disposición del señor alcalde de Oviedo sobre las eutanasias en el albergue municipal.
2) Cuando llegó la perra pit-bull al albergue y mostró un grado de agresividad inusual, quien suscribe se puso en contacto con el jefe de servicio de la Policía Local, el cual, comprendiendo el problema, envió de inmediato un coche patrulla al albergue. Los policías tenían un conocimiento muy preciso del marco legal del caso (ley 50/1.999 de 23 de diciembre y real decreto 287/2002 de 22 de marzo). Les explicaron a las dos personas que traían los perros que el dueño legal, al estar en prisión, incumplía uno de los requisitos para tener este tipo de animales, por lo que no podría recuperarlo, y que ellas mismas, al no tener ningún título de propiedad, podrían ser sancionadas al salir del albergue con el animal. Ante esta situación perfectamente explicada y entendida, aceptaron los hechos y dejaron la perra en el albergue.
3) La ley de Prevención de Riesgos Laborales (ley 31/1995 de 8 de noviembre) exige unos requisitos para garantizar la seguridad física de los trabajadores. El hecho de que en el albergue no existan jaulas de seguridad hacía muy arriesgada la presencia allí de una perra tan sorprendentemente agresiva y que no era cachorra, pues manifestaron sus tutoras que ya había parido una vez y se comprobó post mortem en el albergue que estaba en celo. Y que, con estos antecedentes, era previsible una estancia indefinida en el albergue.
4) La única salida a esta complicada situación era la eutanasia con el procedimiento completamente indoloro que los veterinarios que habitualmente atienden a nuestros animales practican con la profesionalidad que tienen sobradamente acreditada.
Froilán Neira Estrada,
presidente de la Sociedad Protectora de Animales
Oviedo
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