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Observaciones en la tonada allerana

24 de Junio del 2015 - Fernando González Alonso (Oviedo)

A la tonada en general la despertaron hace tantos años aquellos cinco concursos de "Región", que empezaron en 1947 y terminaron en 1971. Los tres primeros fueron en el Salón Babel.

Observando la tonada allerana, este estilo de cante personal con cierto nombre consideraban y consideran que nun ye asturiano, dicho así. ¿Dónde se encuentra ubicado el concejo de Aller? El popular Presi decía que la tonada allerana la inventaron los moros, podría ser de cuando el rey Pelayo, claro, claro, pues los moros cantan así "glo, glo, gla, gla, gla". Las grabaciones alleranas recogidas son muy inferiores a las del resto de Asturias, lo que guarda relación con los habitantes.

En 1947, se hace el primer concurso de "Región" en el Salón Babel, siendo campeón José Requejo. Fue una gran novedad en la tonada y en la allerana, claro. Esa línea trazada que sólo después de muchos años la cantó y la grabó Celestino González; en este primer concurso también se dio a conocer Carlitos, con "Cárcel de Laviana" y "Panaeiru ye’l que canta". Estos dos estilos, muy personales; Carlitos también recibió un primer premio llamado de "Alta Montaña".

En 1951 surge el segundo concurso, siendo campeón del mismo Aníbal Menéndez Corujo; en lo destacado allerano se dio a conocer la famosa Veneranda, con "Vaquerinos del Gumial", tampoco se observaron seguidores de este estilo.

En 1955 surge el tercer concurso y último en el Salón Babel, siendo campeón José Noriega y un primer premio a Ataúlfo Lada Camblor; fue un cante muy respetado con un estilo entre allerano y del centro, pues, según memorias, participaron 800 cantantes. Todos los estilos, muy reducidos, pero diferentes, que algunos inundaron el Babel de aplausos, reinando mucho la famosa boroña...

En 1965, cuarto concurso: campeón del mismo, Enrique García Palicio, conocido con el sobrenombre de "El Abogáu". En el estilo allerano, menos representantes que en los anteriores, dándose a conocer una gran figura, dicho como de costumbre, Caleya, que dejó, como los anteriores, un buen patrón. Un cantar inimitable. En su primera grabación, "El puente de Valdesoto", grabada anteriormente por Carlitos, Caleya puso-y el ramu, y quien venga detrás, que arree. Así dijo Caleya en su día: "Pesome no pone-y estribillo a esta canción; agún así, cuesta trabajo el arrimarse a ella".

Termina el XXIII Concurso "Ciudad de Oviedo" descubriéndose muchas voces muy jóvenes con un gran futuro, siendo obligada en las finales una canción allerana, pues tanto en hombres como en mujeres escuchamos calidad en lo allerano: no todo se perdió. En las voces varoniles, barítonos, bajos, etcétera, no salieron muy beneficiados con lo allerano, pues este cante, según lo recogido, precisa una voz determinada, muy movida, con ciertas curvas, así dice el refrán: agárrate, que hay curvas. También se escuchó en hombres y en mujeres "La zagalina", que fue grabada por dos grandes cantantes como Ataúlfo y Apaolaza, muy paralela entre ambos. Pero a juicio de una mayoría y que un servidor comparte, esta canción no es hermana ni prima de la allerana, más bien vecina.

También dicho por cantantes de cierta talla, para cantar allerano hay que nacer en Aller. Si el cante es un arte, el artista, si no nace no existe, quien lo trae de raza, tarda más o menos, pero cazar, caza. En cuanto a letras, patrones y más y más, mucho se podría decir. Tenemos canciones con un patrón y otra letra. Gerardo Orviz, con "Baxaba Barrial de Caso", estilo a "Baxaben cuatro alleranos"; Silvino Argüelles, con "La ilusión del pastor", similar a "Nun puedo subir al puertu", son canciones que agradan, nadie pregunta quiénes eran los padres. Hace años alguien dijo, "hay que crear mil canciones", paralelo a quien valora la escultura por las toneladas que pesa. La canción se valora por lo que suena y no por lo que dice.

También notamos la falta de discos en el Fontán. Todos a grabar y a exponerlos al Fontán. Hace muchos años, los pocos que grababan iban a Barcelona, de 1970 a estas fechas empezaron las casas grabadoras a desplazarse a Oviedo, Gijón, etcétera. Fechas muy atrás, en la cantera de la tonada se decía: ¿Sabéis quién grabó? Fulano. Hoy se dice: ¿Sabéis quién nun grabó? Mengano. Y lo peor es que llegó la moda de vender y no comprar. ¡Ay, qué moda ésta, vaya por Dios, vaya por Dios!

Fernando González Alonso

Oviedo

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