Economía sumergida
Todos los españoles sabemos que una buena parte de la actividad económica en nuestro país discurre de espaldas a la legalidad y, por tanto, a los impuestos con que la grava el Gobierno de turno. Nuestra economía sumergida está a la vista de cuantos ciudadanos quieran verla, ya que de todos es conocido que existen obras que no se facturan, alquileres que no se declaran, contratos y contratas con un simple apretón de manos y hasta falsos autónomos empleados en oficinas por toda España.
Sin embargo, precisar la cuantía exacta es bastante complejo: la gente no registra los acuerdos informales, ni quiere llevar contabilidad pública de los impuestos que deja sin pagar. Se pueden, eso sí, medir las irregularidades que detectan las autoridades gubernamentales, pero ello no sirve de mucho porque nunca terminamos de conocer si se descubren porque son frecuentes o es que se persiguen con poco éxito.
Ciertamente, la economía sumergida es un fenómeno conocido, pero aún no está claro si es mayor en países ricos o en países pobres, y no sabemos la intensidad con que las tasas la hacen aflorar ni, asimismo, si la corrupción y esta renta oculta son complementarias.
Averiguar estas cifras importa, claro que importa, y mucho, por diversas razones. Muy valioso es conocer la relación entre esa economía disfrazada de buena a los impuestos. Las subidas de estos empujan a ciertos profesionales al compromiso del apretón de manos, reduciendo la recaudación estatal. Además, mientras sea una caja negra, escucharemos muchas voces que quitan hierro a las estadísticas oficiales –no olvidemos que tenemos un largo 24 por ciento de paro y miles de hogares sin ingresos– a golpe de unos datos incontrolados.
Por ello ¿cómo hacer que aflore el dinero negro que enfría la economía nacional? Sería interesante que el Gobierno se lo tomara en serio y abriese las ventanas de par en par para que entrara aire puro.
Y, mientras tanto, somos muchos los que nos preguntamos: ¿no sería conveniente y hasta provechoso para toda la sociedad española que cada cierto tiempo razonable se cambiaran los billetes en circulación?
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