¿Médicos de familia o "robots" de la administración?
Paciente de 80 años que acude acompañada de un familiar a consulta con su médica de familia. Encontrándose ésta última de baja, les recibe otra profesional. Motivo de la consulta: acude para que le receten medicamentos de tratamiento crónico. La profesional explica rauda y veloz, dirigiéndose al familiar, que le va a extender a la paciente la receta electrónica. Se intenta explicarle que, por un lado, a la paciente le cambian la medicación con mucha frecuencia y que, por otro, recientemente ha sufrido una serie de episodios en su estado de salud que no hacen muy aconsejable el paso de receta de papel a receta electrónica, que probablemente desestabilice aún más a la paciente. Sin escuchar de forma activa, la profesional continúa con su discurso levantándose ya de su asiento. Refiere que de sus dos hijas, una ya no conocerá el formato papel. Añade que estamos en la era digital y que "la empresa" aboga por eliminar el papel como política de ahorro. Una última cuestión le es planteada por la paciente, en relación a su medicación: en este momento le ha expedido una receta electrónica únicamente con tres medicamentos, los que hoy iba a solicitar. Ello la obliga a volver más adelante a que le expidan una nueva que incluya la totalidad de su medicación y a desechar la que se le entrega hoy. ¿Ahorro de papel?
La media de edad de los pacientes que acuden con patologías crónicas a los centros de salud es de unos 82 años. Los profesionales sociosanitarios que les atienden deberían contemplar la posibilidad de que ciertos protocolos lejos de facilitarles la vida a los pacientes, se la complican aún más, haciendo que se vuelvan dependientes, dejando de controlar algo que formaba parte de su rutina, como era el hecho de "ir a por recetas al médico y a continuación a la farmacia". Aprovechando además en cada visita al médico para que éste realizara el oportuno seguimiento de su situación e ir modificando o incluso retirando, si procediese, la medicación. Con el nuevo sistema de receta electrónica, válida por un año, el paciente no pasa por consulta en todo ese período de tiempo.
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