Gijón es el verano
El verano, en verdad, comienza la madrugada del 24 de junio. La hoguera de San Juan en la playa de Poniente anuncia la muerte de Oviedo y la resurrección estival de Gijón. Pasado San Juan, poco queda ya por la capital; el ocio, y aun más el nocturno, se vuelve gris, vacío, aburrido y monótono. La hoguera, en esta noche mágica, actúa de preludio de todo lo bueno que está por venir. Gijón es: verano, playa, fiesta, amigos, mujeres y amor.
Las chicas de Gijón –ya sean autóctonas o veraneantes– han ejercido sobre mí un grado de sugestión incomparable. La atracción que he sentido siempre por esas jóvenes doradas al sol, con sus largas melenas y bonita figura saliendo del agua, no puede compararse a nada. Muchas veces me han hecho perder la cabeza, y no sólo a mí. En mi adolescencia manejaba sobre todo el espectro de chica rubia, castaño claro y de colegio religioso; aunque he de decir que no le hacía ascos a nada. Desde las rubias hasta los petroleros he recorrido amplio catálogo. Bonitas historias de primeros amores, pasando por descabelladas e hilarantes anécdotas, hasta desapariciones épicas en la noche gijonesa.
Gijón es un verano que no acaba nunca, porque siempre perdura en la memoria. Cuando los recuerdos de un verano pasado empiezan a flojear, ahí vuelve de nuevo el estío, para paliar esas lagunas con nuevas historias.
Mi primer verano en Gijón lo pasé bajo el amparo de la familia Antolín, y el siguiente, y el otro. Así van ya unos cuantos, y que dure. Porque siempre tengo un hueco reservado en su hogar: Isabel, con una sonrisa en la boca, siempre preocupada y atenta; Tomás, dispuesto a lo que haga falta, llevándonos de un sitio para otro y comentándolo de madrugada; Cova, dejando su habitación, y en ocasiones su cama, para que pudiese dormir; y Tomi, que es mi hermano.
Verano tras verano aprendí a querer la ciudad, borrando esa mirada de ovetense paleto, localista y resentido que pone ascos y trabas a todo; de igual manera que muchos de Gijón actúan igual para contra Oviedo. Abandonen los prejuicios, disfruten del verano y nada más.
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