Periodismo de garrafón
Soy asiduo lector de prensa, y en concreto de su periódico. La página en la que Alejandro Ortea da rienda suelta a sus comentarios la leía (he de reconocer) con cierto morbo y sorna para ver qué clase de ataques e improperios se le ocurrían, ya que los objetivos de sus ataques son claros, reiterativos y resultan a menudo un tanto cansinos. Son comentarios gratuitos y fuera de lugar hechos desde la visceralidad y con un toque de violencia verbal que en muchas ocasiones roza la ofensa y la injuria, con informaciones sin contrastar y el objeto de hacer daño.
Yo, señor Ortea, milito desde hace años en la CSI. Sí, ese sindicato que pasó en veinticuatro horas de ser “minoritario” (citado esto de forma peyorativa en muchos medios de comunicación) a poderoso sindicato, a lo SOMA de Villa, que pone y quita alcaldes y presidentes de la Xunta...
Ni lo uno ni lo otro. La CSI es un sindicato alternativo que confluye con otros de Asturies y el resto del Estado, así como con movimientos sociales, en la defensa de los trabajadores y sectores menos favorecidos de la sociedad. Para su información y en respuesta a su “artículo” del día 15 titulado “Alcaldesa con corriente”, le informo que existen más de media docena de opciones políticas entre sus afiliados y durante muchos años han convivido entre ellos simplemente con dos reglas básicas no escritas. No se hace política en el sindicato y el respeto es la base fundamental entre las opciones políticas; luego, a título particular, cada uno es libre de expresarse o reivindicar sus ideas políticas como considere oportuno. Esto se lo hubiera dicho cualquier afiliado o simpatizante si hubiese contrastado sus opiniones.
Tampoco es cierto que tengamos odio a los socialistas; al contrario, los consideramos compañeros de lucha y en muchas ocasiones coincidimos en objetivos comunes que reivindicamos en la calle o donde corresponda. De hecho, yo tengo como un referente histórico a Belarmino Tomás, insigne socialista presidente del Consejo Soberano de Asturies y Llión.
Sí es cierto, y en eso le doy la razón, que no tengo agregados en mi cuenta de amigos de Facebook ni a socialdemócratas ni a socialistas... Llámeme maniático, pero nunca me han gustado ni las medias tintas ni los subterfugios.
También es posible que este artículo no se publique, yo no gozo del privilegio de escribir lo que me venga en gana desde mi atalaya cobrando generosamente por ello. Mi escrito está expuesto a la consideración y conciencia de otras personas que juzgarán de la conveniencia o no de publicarlo; pero no se preocupe, de una manera u otra se lo haré llegar.
Sólo espero que los nuevos vientos que soplan en política lo hagan también en el periodismo. Que la ética, la información veraz y contrastada, la neutralidad y los valores que han hecho de esa profesión algo fundamental en esta sociedad se hagan hueco sobre los intereses económicos, partidistas o los simples titulares que sólo buscan engrandecer el ego de algún plumilla.
L. Alberto Fuente
Gijón
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