Don Bene, catorce años después
Hoy, día 26, se cumplen catorce años de la muerte del sacerdote don Benedicto Santos, que fue coadjutor de la parroquia de San Juan el Real de Oviedo.
Don Benedicto dedicó su vida a los feligreses, a los pobres, a la organización del Teléfono de la Esperanza, y, sobre todo, a los enfermos del mundo de las adicciones. Así hizo conocer en toda España la Asociación de Alcohólicos Anónimos (AA) fundando luego los grupos de Ludópatas Anónimos, Comedores Compulsivos, Emocionales Anónimos, todos basados en el programa de AA, donde Benedicto conoció plenamente el dolor y la miseria humana, ayudando a todos los enfermos a llevar la cruz de la soledad, de la desesperación, de la enfermedad.
Don Bene está enterrado en su querida iglesia, hoy basílica, que ahora celebra su primer centenario, y si está de Dios que un día lo veamos en los altares, su tumba, en ese hermoso templo, pueda quizás llegar a ser lugar de peregrinación.
Posdata. Un ruego a nuestros nuevos regidores, amantes de la cultura y del arte: tanto San Juan como el monasterio de San Pelayo (Madres Pelayas) empiezan a ser de difícil acceso para residentes y turistas ancianitos, entre los que me encuentro. ¿Se podrían hacer accesos sin romper la estética de dichos templos? ¿No han colocado una especie de monteras piconas en el techo del Museo de Bellas Artes y nadie ha protestado?
Paloma Castillo Martínez
Oviedo
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo