Recordando... CP EE Latores
Erase una vez un niño, de 3 años, que comenzaba el colegio... pero... de repente, en lugar de un colegio tuvo dos, ya que aquella dificultad para hablar, entre otras cosas, tenía un nombre y era trastorno del espectro del autismo. La razón de la duplicidad de colegios se debía a que en ese comienzo dentro del sistema educativo combinaría un colegio específico, el CP EE Latores, y un colegio ordinario, el Santo Ángel. Ambos centros le aportarían lo mejor de cada uno. El niño viviría dos entornos educativos, no dos mundos distintos. Dos clases con niños y niñas que ampliaban las oportunidades sociales, dos equipos de profesorado coordinados trabajando por y para él...
Así fue toda la etapa de Educación Infantil, hasta que llegó el paso a la Educación Primaria y se tuvo que despedir de un cole... el cole de Ana, la que fue su tutora en Latores, así lo llamábamos... y empezar a ir sólo al otro cole. Y este niño dijo: "Voy al Santo Ángel, ¿pero después del siguiente verano puedo volver al cole de Ana?". Así lo expresó con 5 años... porque también era su cole y lo iba a echar de menos.
Hace ya cinco años de aquel junio de dejar el CP EE Latores y nuestra gratitud sigue viva. La acogida, respeto y apoyo que nos brindaron los profesionales del centro nos hicieron fuertes y nos dieron empuje para andar por la senda del autismo y por la senda de la vida. Ambas van juntitas, pero para avanzar por la primera es necesario entenderla, estudiarla, apoyarse en más familias, encontrar profesionales que te acompañen... hay que ajustar la vida al autismo y el autismo a la vida.
La razón de estas líneas en este mes de junio, con la mirada puesta ya en 5.º de Educación Primaria en el Colegio Santo Ángel de Oviedo, es recordar y agradecer aquellos tres años combinando con el Colegio de Latores. Mi hijo no es ni más ni menos niño ni más ni menos estudiante por haber acudido a un colegio de Educación Especial; le ha tocado vivir esta situación escolar y ha sacado provecho de ello por su esfuerzo y el trabajo del profesorado que le acompañó.
De nuevo... Gracias.
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