Los pactos poselectorales
Una vez pasadas las elecciones municipales y autonómicas, uno no puede más que avergonzarse nuevamente de la clase política. Son culpables todos, derecha, izquierda, centro, altos, bajos, rubios, morenos y mediopensionistas. La nueva fuerza de izquierda (decían que eran transversales, que no tenían ideología, que cabían todos...) resulta que no iba a pactar con la casta (es decir los partidos políticos existentes hasta el momento), pues bien, en unos sitios pacta con PSOE, en otros con IU, en otros contra el PSOE, en otros con Foro, en otros con nacionalistas, en otros... (habría que ver qué piensan ahora las bases de Podemos), ¿tantu cuentu, pa esto? Dicen los sesudos analistas que los ciudadanos han querido que gobierne la izquierda. Nada más lejos de la realidad. Eso sería cierto si todos los partidos de izquierda hubiesen concurrido en coalición a las urnas; o en su caso los de derechas, que tanto da que da lo mismo. Esas interpretaciones sobre los deseos de los demás, cuanto menos, son insultantes. Por otro lado, en el pecado va la penitencia. Quiero decir con ello que el PP es el que ha propiciado este desastre por inacción, pues en las anteriores elecciones generales los ciudadanos sí les dieron mayoría absoluta, y legitimados por ello deberían haberla utilizado para cambiar la ley Electoral, favoreciendo la lista más votada o una segunda vuelta, como en Francia, que de democracia saben algo más que nosotros. Lo dicho vale también para el PSOE, pues si se tiene como un partido constitucional, de gobierno, debería haber apoyado o propiciado la reforma de dicha ley, ya que los cambalaches a los que se ha sometido son dardos de ida y vuelta, bien que se quejó en Andalucía, y con razón, porque era la lista más votada y las pasó canutas para que le dejasen gobernar. Tal parece que esto sigue siendo lo más antiguo del mundo... "quítate tu, pa poneme yo". No se puede abanderar nada, ningún proyecto, ninguna ideología, ningún futuro, con la idea revanchista de "tenemos que cargarnos a...", solamente será posible lograr avanzar con intenciones como "tenemos que gobernar para hacerlo mejor". Es necesario mantener lo bueno realizado, sea por quien sea, e intentar remediar lo malo, aplicando el sentido común. Lo demás es enfrentar a las personas. Pero, claro, esto es Celtiberia Show.
Luis Prida Alvareda
Oviedo
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