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Una etapa de mi vida

6 de Julio del 2015 - María José Blanco Fanjul (Langreo)

Llego en un día radiante, con cara desencajada y muy nerviosa, me voy fijando en esta carretera que me llevará a mi destino; veo montañas y grandes praderas, pero el nerviosismo sigue, no sé con qué me voy a encontrar y soy una persona tímida.

Uno va caminando de tramo en tramo en las distintas etapas que la vida nos brinda. En cada circunstancia nos encontraremos con los retos que desafían nuestra identidad y siempre nos puede acontecer que la dureza del camino termine endureciéndonos el alma.

Hace hoy días que me doy cuenta de que algo en mí habría cambiado, ya no era yo, fue cuando con mi familia decidimos actuar y me vine al centro El Valle en busca de esa paz y tranquilidad que tanto necesitaba; y la encontré. Me había sucedido una serie de circunstancias que me hicieron caer en un pozo del que, sin la ayuda del equipo de El Valle, yo no podía salir y aquí he sonreído, pues hace tiempo que no me salía una sonrisa.

He llorado mucho y lo he pasado muy mal, tanto por las pérdidas como por el problema en sí.

Cuidar a las personas forma parte de la actuación de múltiples instituciones, más allá de la familia. Esto siempre tiene una doble cara, alguien que recibe y alguien que da; todo ello configura distintas situaciones y vínculos entre los cuidadores y quienes son cuidados. Las necesidades son múltiples y diversas, pero también las respuestas.

Pasan los días y ya notas que te cambia el carácter, también el semblante se ve más risueño y si un día te levantas con nostalgia enseguida está el equipo para echarte una mano. A día de hoy, he pensado mucho. Me doy cuenta de las palabras que utilizo para disfrazar mis temores: timidez, respeto, preocupación, resistencia, rechazo, inquietud, no aceptación, impulsividad, ansiedad, susto. El problema es orgulloso, pero la solución humilde.

Vigila tus actos, que se convierten en tus costumbres; vigila tus costumbres, que se convierten en tu carácter; vigila tu carácter, que se convierte en tu destino. Y una empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y una empieza a construir todos sus caminos en el hoy porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes, y una aprende realmente que puede aguantar, que una vale y aprende.

Nunca te quejes de nada ni de nadie, tú has hecho en tu vida lo que querías. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor, de cualquier modo es el resultado de tus actos, aprende de los fuertes y no olvides que la causa de tu presente es tu pasado y que la causa de tu futuro será tu presente. Levántate y mira el sol por las mañanas, respira la luz del amanecer, despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida. Una sonrisa abre puertas y disminuye conflictos; consuela, abraza, perdona, acepta, escucha, aprende, comprende, tolera, ríe, agradece y ama.

Serás feliz y el mundo será tu amigo. No hay placer más grande que el de compartir. Si aprendes a disfrutar con mayúsculas, podrás celebrarlo con titulares. Preferiría no tener que decir nunca: no hice nada. El éxito es decir "qué bien estoy aquí".

Todas estas ideas son de las muchas que el equipo de El Valle nos va inculcando, ayudándonos a levantar cabeza y el ánimo, y enseñándonos el camino a seguir. Tenemos muchas actividades: los encuentros con María y Desi, terapias de grupo con Serapio, musicoterapia y deporte con Cristina e Íñigo, manualidades con Yeisa, Azucena en cocina, nuestra médica Maika, Javi el monitor, Paco en el taller y, por supuesto, nuestra directora, Mercedes. Todos ellos, con paciencia y humildad y mucho aguante, están con nosotr@s, uno a uno, ayudándonos a ponernos de pie con entereza. Llegada la noche se acuesta una con satisfacción y paz.

Yo quisiera deciros a tod@s, muchas gracias con el corazón; sin todos ell@s, con sus ejemplos, consejos y su buen hacer, esto no habría salido bien. Así que el recuerdo de todos va a ser eterno. Nunca olvidaré el paso que di y a quién encontré. El cariño hacia tod@s es inmenso, pues es el recibido. No tengo mucho más que deciros. Gracias. Gracias por ser y estar.

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