A los animales los tratamos mejor que a las personas
Hay noticias que me alegran el día. Noticias que me llenan de orgullo al saberme partícipe del género humano. Pero otras, como la que a continuación voy a relatar, que me ponen furioso Noticias que me hacen saltar al ruedo a pecho descubierto y enfrentarme con lo que haga falta. Este es uno de esos casos: El dueño del bar El Norte, situado en una calle de las que salen de la plaza del ayuntamiento de Gijón, consideró que el grupo de usuarios de ASPACE Huesca, no era lo suficientemente atractivo para su negocio. Y podían disuadir a otros posibles clientes de entrar en su local. Con buenas palabras, les animó a que abandonaran su local, bueno, les echó. Los usuarios de ASPACE son personas que sufren, en su gran mayoría, enfermedades muy graves de nacimiento. Me pregunto en qué mundo vivimos, ¡Dios mío, qué tipo de hipocresía es esta! Ponemos el grito en el cielo cuando alguien maltrata a un animal; pero echamos a la calle a personas que sufren parálisis cerebrales porque dan mal rollo. Quiero denunciar este insoportable atropello. De lo contrario, ¿Cuál sería el paso siguiente, eliminarlos quizá, como hacían los espartanos?
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